Para hacer frente a la incidencia de los factores ambientales, la bio-inducción se presenta como una solución posible para mejorar y aumentar la producción en el marco de una agricultura sostenible.
En 2020 la población mundial alcanzará los 7600 millones de habitantes, por
lo que países agropecuarios como Argentina, ubicado dentro de los cinco países
en el mundo con mayor cantidad de tierra cultivable per cápita, deberán buscar
formas de producción que generen aumentos de rendimientos en los espacios
agrícolas sustentables.
Se calcula que para dentro de cinco años, nuestro país podrá producir alimentos para 600 millones de personas. Enfocados en cumplir y superar ese objetivo, en este segundo Capítulo de Campo2020 te contamos qué es la bio-inducción en semilla de soja. Un recorrido por desarrollos tecnológicos que potencian las capacidades fisiológicas e impactan en la nutrición, salud de los cultivos y tolerancia al clima adverso, con la posibilidad de superar cuatro veces la inversión por hectárea.