Según datos de la Secretaria de Energía, en Argentina el precio internacional del gasoil (puesto en Argentina) cayó un 36% en el último año (a junio de 2015). Sin embargo, los consumidores no pueden palpar esta nueva relación de precios internacionales, ya que el gobierno blindó el valor interno y lo estancó en U$S 77 el barril. En la misma línea, el candidato oficialista ya anticipó a los gobernadores de las provincias hidrocarburíferas que mantendría ese precio en caso de ser presidente. Esto es analizado por la Sociedad Rural Argentina.
¿Cuál es el costo para el productor agropecuario argentino?
El precio del gasoil debería estar en al menos U$S0.98 el litro, sin embargo, el consumidor argentino lo paga U$S 1,54. El campo consume el 32% de la demanda nacional de gasoil, unos 4.300 millones de litros al año, según el Balance Energético 2013, que publica la Secretaria de Energía. Consecuentemente, este blindaje llevó a que el campo pagara U$S2.390 millones de dólares durante 2015.
Este análisis surge de un informe del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina que verifica una transferencia directa del campo a las empresas energéticas (U$S 1.463 millones) y a la caja fiscal (U$S 927 millones).
Fuera de competencia
Entre los principales países exportadores de alimentos, los productores argentinos son los que pagan el gasoil más caro. En la Argentina, el litro de gasoil cuesta 1,54 dólares. Mientras que para los productores brasileños sale U$S 0,71, a los chilenos les cuesta U$S 0,74, y a los paraguayos U$S 0,86. En Uruguay el litro de gasoil sale 1,34 dólares, un 12% menos de lo que valía el año pasado.
Fuera de la región, el productor estadounidense es el que tiene un precio más competitivo del gasoil: U$S 0,66. Mientras que sus pares sudafricanos pagan 0,75; los canadienses, 0,77, misma cifra que los ucranianos. Mientras que a los neozelandeses les cuesta 0,78 y a los australianos, 0,98.
Consecuentemente, todos los productores agropecuarios del mundo acceden a un gasoil más barato que el que tenían hace un año, mientras que para los productores argentinos se hace cada vez más caro. A esa realidad hay que sumar que ninguno de esos países productores de alimentos tiene retenciones a las exportaciones, que en el caso de la Argentina, reducen el ingreso al productor en un 35% para la soja; 23%, en trigo; 20%, en maíz y 32%, en girasol. En las economías regionales, el porcentaje varía entre 5 y 10% y en la carne vacuna es de un 15%. |