Además de las menguadas reservas que encontrará en el Banco Central cuando
asuma, al próximo presidente se le presentará otro desafío en materia de
dólares. Por la caída de los precios internacionales de los granos, la reducción
del área sembrada y la menor producción proyectada debido a la pérdida de
competitividad del campo, la cosecha 2015/2016, que verá el mandatario que
llegue al poder, dejará al país entre 3500 y casi 4300 millones de dólares menos
respecto de la última campaña. Además, para el Estado el cobro de retenciones
caerá entre US$ 800 y US$ 1181 millones.
Ya sembrado el trigo, iniciadas las implantaciones de maíz y girasol, entre otros cultivos, y con la soja aguardando la campana de largada para la siembra la semana que viene, dos estimaciones ya marcan que la nueva campaña agrícola no recibirá al presidente que sucederá a Cristina Kirchner con buenas noticias. En rigor, según un informe del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), el valor de las exportaciones o divisas por todos los productos (de la soja al maní, entre otros) bajará de US$ 27.047,3 millones en la campaña 2014/2015 a US$ 22.756,5 millones para 2015/2016. Se trata de una merma de US$ 4290,8 millones, o de un 16%, medido en términos porcentuales.
En tanto, el ingreso por derechos de exportación de todos los granos
disminuirá de 7971,2 millones a 6790,1 millones de dólares. Son US$ 1181,1
millones menos o un 15% de caída. Esta recaudación proyectada por retenciones
sería la más baja desde 2008/09, cuando por el impacto del conflicto por la
resolución 125 y la sequía esa campaña sólo dejó US$ 5250 millones en derechos
de exportación.
Otro estudio elaborado por la consultora Agritrend estimó que la cosecha 2015/2016 aportará 20.300 millones de dólares, US$ 3500 millones menos respecto del ciclo 2014/2015. Por el lado de las retenciones, para esta consultora la recaudación caerá US$ 800 millones, para quedar en 6200 millones de dólares.
La caída de los precios de los granos explica una parte de estos cálculos. El
valor promedio de todos los granos fue US$ 395 por tonelada en el ciclo
2013/2014, cayó a US$ 320 en 2014/2015 y ya ronda los US$ 300 por tonelada en
esta campaña.
De todos modos, las explicaciones van más allá de los precios. Habrá menos siembra, producción y, en consecuencia, un saldo exportable más chico. En esta tendencia sobre la superficie sembrada -que bajará por cuarto año seguido- y la producción tienen un impacto directo las retenciones, las trabas para exportar con los ROE, los costos, la inflación, la distorsión de los precios relativos y la descapitalización de los productores luego de quebrantos en la última campaña.
Todos estos factores vienen ocasionando caída de rentabilidad y pérdida de competitividad, que deterioran el negocio agrícola. Precisamente, para la Rural la superficie total implantada se reducirá en 1.732.383 hectáreas y la cosecha global retrocederá de 109,6 millones de toneladas el ciclo pasado a 96,3 millones de toneladas en 2015/2016. Es una caída del 12 por ciento. Para esta entidad, la soja también aportará menos producción por reducción de área. De 60,3 millones de toneladas bajaría a 55,7 millones de toneladas.
Respecto del saldo exportable, entre todos los productos, para la Rural ese indicador se ubicará en 69,7 millones de toneladas, 14% menos versus la anterior campaña agrícola.
"Hay una pérdida de rentabilidad y competitividad sistémica del país", subrayó Ernesto Ambrosetti, economista de la Rural.
Para Gustavo López, que proyectó hace unas semanas una siembra total de 800.000 hectáreas menos que en la campaña 2014/15, la producción de granos se achicará en 5 millones de toneladas, para cerrar en 105 millones.
El próximo presidente va a llegar con la cosecha de trigo iniciada y la siembra de maíz y soja avanzadas. Si decidiera medidas de estímulo para que se siembre más, éstas podrían tener impacto pleno recién a partir del siguiente ciclo, 2016/2017.