El Banco Nación le dio otra vuelta de tuerca al cepo crediticio a los productores que tienen soja sin vender. Por una disposición interna, quienes buscan renovar su carpeta en el banco tendrán que informar, junto con su manifestación anual de bienes o situación patrimonial, si poseen también soja almacenada.
La medida generó preocupación entre quienes ya fueron informados sobre el
requisito, ya que temen que se trabe la asistencia en el momento de calificación
de su carpeta y se extiendan así restricciones que llevan más de un año y medio.
El Gobierno está preocupado por la liquidación de divisas con la soja. De la última cosecha, 2014/2015, de 60,1 millones de toneladas, aún restan vender unos 21 millones de toneladas. A precio de exportación (FOB) equivalen a unos US$ 7400 millones.
"Me pidieron que, con la manifestación de bienes para calificar la carpeta,
que me vence ahora, además de poner el patrimonio, como las cosechadoras,
también ponga mi stock de soja. Esto es algo que no habían solicitado en la
carpeta del año pasado", dijo un prestador de servicios de siembra y cosecha del
sur santafecino. El contratista, que pidió no ser identificado, señaló que en la
sucursal con la cual opera no le precisaron para qué le reclaman la presentación
de esa información.
Desde el Banco Nación confirmaron la novedad, aunque señalaron que el requisito entró en vigor a comienzos de año y se les pide a "los grandes productores". Allí consideran un gran productor alguien de 1000 toneladas. Eso lo alcanza quien siembra 300 hectáreas, una escala chica.
Ante una consulta de LA NACION, en ese banco evitaron precisar si quien
declara soja para la calificación de la carpeta perderá la renovación si es un
productor de 1000 toneladas o más. "Quedará a criterio de cada gerente de
sucursal, quien evaluará los antecedentes de cada cliente y decidirá su posible
renovación", dijo una fuente del banco.
En enero de 2004, el Nación comenzó a aplicar una política de cerrojo en su política crediticia al campo. Fue en medio de la cruzada del Gobierno para obligar a los productores a que vendieran soja. Los productores fueron percibiendo de a poco ese cepo. Aquellos que se acercaban a renegociar un descubierto o a solicitar un incremento del monto en la tarjeta agropecuaria se encontraban con un freno a la asistencia si no habían comercializado su soja. Cientos de productores quedaron fuera del banco aun teniendo soja sólo para volver a sembrar, para pagar insumos o cancelar alquileres.
El banco accedió a una flexibilización de la restricción por un pedido de Federación Agraria Argentina (FAA). En julio pasado, exceptuó de la medida a los productores de hasta 1000 toneladas que acopiaran no más de 25% de su producción. Previamente el límite estaba en las 600 toneladas de grano de soja.
Antes, el ministro de Economía, Axel Kicillof, había liberado de la traba a la cooperativa AFA, cercana también a la Federación Agraria.
Se estima que, antes de las restricciones, el Banco Nación venía prestando casi el 40% de los créditos al sector. En rechazo a la restricción del banco oficial, sociedades rurales del interior y la Sociedad Rural Argentina (SRA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) cerraron sus cuentas en esa entidad.
Un límite para el crédito
1000
Toneladas
A partir de esa escala en el Banco Nación consideran que un productor es grande y podría quedar fuera de la asistencia crediticia, como sucedió el año pasado
40
Por ciento
Esa magnitud de los créditos al agro fueron colocados por el banco oficial en los últimos años
7400
Millones de dólares
Es lo que representa, en plata, la soja de la última campaña que aún no se comercializó, según diversas fuentes.