Adicionalmente, se observa un calentamiento del Océano Indico, que podría estar asociado al desarrollo de una fase positiva del Dipolo del Océano Indico (IOD), lo cual suele acentuar los efectos de “El Niño”.
Por su parte, el Océano Atlántico Subtropical continúa mostrando temperaturas superiores a lo normal, debido a que se encuentra atravesando una fase positiva de larga duración de la Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO), cuyos efectos comenzaron a notarse a partir de 2007 y, probablemente, continúen sintiéndose por unos 20 o 30 años más.
La influencia del calentamiento del Atlántico provoca tormentas sobre el Litoral Fluvial, pero reduciendo, al mismo tiempo, la llegada de lluvias hacia el interior del área agrícola, especialmente a su porción sudoeste.
Una prueba temprana de este accionar son las inundaciones sufridas por la Pcia de Buenos Aires a raíz de las fuertes lluvias ocurridas a comienzos del pasado mes de Agosto.
Asimismo, cabe mencionar que, tanto la cuenca del Paraná como la cuenca del Uruguay, han recibido fuertes lluvias, debido a las cuales se han producido varios eventos de alertas y evacuaciones a causa de la crecida de sus aguas.
Paralelamente, se adicionan los efectos causados por la circulación polar, que se encuentra activada, debido a que se atraviesa una fase negativa de la Oscilación Antártica (AAO).
No obstante lo dicho, es necesario señalar que una gran cantidad de medios viene exagerando extremadamente los posibles efectos del fenómeno, lo cual no es prudente ni aconsejable, ya que podría generar una situación de pánico, quitando efectividad a las medidas preventivas que deben tomarse.
Esta combinación de factores contrapuestos está produciendo un escenario climático sumamente perturbado:
El este de la Región del Chaco, la Mesopotamia y el centro y el este de la
Región Pampeana observarán tiempo cálido y húmedo, con precipitaciones
superiores a lo normal desde Octubre hasta Marzo, con alto riesgo de tormentas
severas, con granizo y vientos.
A diferencia de otros episodios de “El Niño” que afectaron negativamente al
NOA y el norte de Cuyo, en este episodio, estas áreas observarán precipitaciones
normales a superiores a lo normal, aunque muy irregulares, tanto en el espacio
como en el tiempo.
Contrariamente, el sur de Cuyo y el sudoeste de la Región Pampeana observarán
tiempo predominantemente seco y extremadamente caluroso, con precipitaciones
inferiores a lo normal. Cada tanto, el tiempo seco y caluroso dará paso a cortas
rachas de tormentas, que generarán el riesgo de granizo y vientos, pero cuyas
precipitaciones serán insuficientes para compensar el consumo de humedad de los
cultivos y pasturas.
Tal como sucede en los episodios de “El Niño” las áreas montañosas recibirán
buenas nevadas, asegurando un buen aporte de agua para riego cuando se produzca
el deshielo primaveral.
Se producirán entradas de aire polar hasta bien entrada la primavera, dando un régimen de heladas algo más riguroso que el observado en la temporada 2014, pero mucho menos intenso que lo registrado en 2013.
Continuará dándose el riesgo de crecida de los grandes ríos Paraná, Paraguay y Uruguay, así como el peligro de anegamientos en los campos bajos en las cuencas de los ríos de llanura de la Región Pampeana.
Dada la insistencia de muchos medios, en el sentido de describir este escenario en términos catastróficos, cabe remarcar la necesidad de enfrentar estos riesgos con calma y deliberación, evitando situaciones de riesgo que quitarían efectividad a las medidas preventivas que deben tomarse.
Fuente: Agroeducacion