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Mediante el presente comunicado, el Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica - CPIA, expresa su solidaridad con las personas que han sido perjudicadas por las recientes inundaciones: habitantes de diferentes ciudades y localidades de nuestro país, productores agropecuarios, y profesionales del agro y la agroindustria. Es el deseo de nuestra Comisión Directiva, y comunidad de profesionales matriculados que representa el CPIA, que toda esta desgraciada situación pueda recomponerse cuanto antes de los daños sufridos por este evento climático, como así también, que puedan retomar con normalidad sus actividades productivas.

Por otro lado deseamos respaldar las consideraciones efectuadas por: Aapresid (Asociación de Productores de Siembra Directa), Asociación de Cámaras de Tecnología Agropecuaria, ACTA, conformada por la Asociación de Semilleros Argentinos ASA; la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizante CASAFE y la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios CAPROVE; en contrapartida a las versiones erróneas que han circulado en estos días, que vinculan a la siembra directa con las graves inundaciones que afectaron seriamente al sur de la provincia de Santa Fe y el norte de la provincia de Buenos Aires.

Comparte además con los conceptos científicos y el respaldo técnico de la información brindada por Aapresid, quien en un comunicado sostuvo que la Siembra Directa, opera como factor de prevención de las inundaciones, dado que al tratarse de un sistema que no remueve el suelo sino que lo mantiene cubierto con residuos de la cosecha anterior, hace que el suelo se convierta en una esponja que absorbe y guarda el agua de lluvia en los perfiles edáficos, mejorando así las condiciones para amortiguar la caída de la lluvia.

La Siembra Directa lidera un paquete tecnológico que conforman las Buenas Prácticas Agrícolas (no remoción y cobertura de suelos, rotación y/o alternancia de cultivos, reposición de nutrientes, manejo integrado de plagas, malezas y enfermedades, uso responsable de fitosanitarios) que, mantenidos juntos en el tiempo garantizan la producción de alimentos y energías, cuidando el suelo, el agua, el aire y la salud humana promoviendo la biodiversidad. A la inversa de esto, los suelos desnudos (sin cobertura) y desmenuzados por el efecto de las labranzas (de la antigua agricultura) son los que se impermeabilizan apenas comienza la lluvia, acumulan agua en superficie y comienzan a escurrir perdiendo agua y suelo.

Desde el CPIA bregamos por la urgente elaboración de protocolos de contingencia, que permitan atender la emergencia en el corto plazo y los daños causados a ciudadanos y productores por dichos eventos, y aplicar tecnologías de manejo agropecuario sustentables desde lo productivo, ambiental y social. En este sentido ponemos a disposición de la sociedad, nuestras Comisiones Técnicas de especialistas, para que conjuntamente con los Organismos Públicos competentes en la materia, y las instituciones citadas se elaboren proyectos que brinden soluciones concretas a las zonas afectadas.

Comisión Directiva CPIA

Ciudad de Buenos Aires; 24 de Agosto de 2015.