Todos los indicadores de la soja fueron negativos ayer en la Bolsa de Chicago: sus precios cerraron en baja; acumularon la segunda semana consecutiva con saldo negativo; quedaron un 20,3% abajo del nivel vigente un año atrás, y se mantuvieron en el peor lugar desde octubre de 2009. La principal razón de todos estos datos adversos es la oferta global 2015/2016, que por cuarta campaña seguida se prevé por encima de los requerimientos de la demanda.

Las pizarras del mercado estadounidense mostraron ayer bajas de US$ 5,97 y de 6,52 sobre los contratos septiembre y noviembre de la soja, cuyos ajustes resultaron de 332,63 y de 326,84 dólares por tonelada. En el balance de la semana, estas posiciones resignaron un 2,16 y un 2,95% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 339,97 y de 336,76 dólares. Un año atrás, los precios eran de 417,50 y de 381,68 dólares, respectivamente.

El clima de las últimas semanas sobre el Medio Oeste de los Estados Unidos fue muy favorable para los cultivos, que no sólo superaron los excesos de humedad registrados durante la segunda quincena de junio y los primeros días de julio, sino que potenciaron aún más los rendimientos en Estados como Iowa y Minnesota, donde se podrían obtener productividades récord, capaces de compensar las caídas previstas para el oeste de la zona núcleo, donde la humedad sí dejó secuelas.

De persistir el buen tiempo durante las próximas dos semanas, las chances de especular con pérdidas productivas en los Estados Unidos estarán limitadas al tiempo de la cosecha, que debería iniciarse a fines del mes próximo. Eso pensaron ayer los integrantes de Pro Farmer, que tras recorrer por cuatro días zonas agrícolas se encontraron con un panorama agronómico mejor al esperado (como se amplía por separado). Lo mismo habrán imaginado los administradores de los grandes fondos de inversión, que durante la rueda liquidaron unos 10.000 contratos, equivalentes a poco más de 1,36 millones de toneladas de la oleaginosa.

El escenario bajista para los precios de la soja lo complementa por estos días la fragilidad expuesta por la economía de China, que impacta en forma negativa sobre una canasta amplia de materias primas, pero en modo particular sobre la oleaginosa, por tratarse del principal demandante mundial, con un volumen de compras proyectado por el USDA en 79 millones de toneladas para la campaña 2015/2016.

De igual modo, el persistente derrumbe del valor del petróleo afecta la competitividad y el incentivo a la producción de combustibles alternativos como el biodiésel. En la semana, el crudo perdió otro 4,1%, al pasar de 42,17 a 40,45 dólares por barril. En el mismo segmento, el precio del aceite de soja, materia prima del agrocombustible, cayó un 5,91%, al pasar la posición septiembre de 641,10 a 603,18 dólares.

Pero el balance podría haber sido aún más negativo para los precios de los granos de no mediar la pérdida de valor del dólar frente al euro, que mejora la competitividad de las materias primas estadounidenses. En efecto, en la semana la divisa de los Estados Unidos se depreció un 2,3% frente a la moneda europea, al pasar la relación entre ambas de 1,1111 a 1,1372.

En el mercado doméstico, y tras las importantes compras concretadas anteayer, la demanda copió parcialmente las bajas externas. Por tonelada de soja con entrega inmediata las fábricas ofrecieron $ 2050 para las terminales del Gran Rosario, $ 50 menos que anteayer. Sólo en operaciones puntuales se llegaron a convalidar $ 2100 por tonelada. Según el reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario, durante la rueda se comercializaron unas 40.000 toneladas de la oleaginosa, contra las 100.000 toneladas de la rueda anterior.

En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones septiembre y noviembre de la soja perdieron US$ 1,90 y cerraron con ajustes de 231,60 y de 234,10 dólares.

Respecto del maíz estadounidense, los contratos septiembre y diciembre en Chicago bajaron US$ 2,27 y 2,06, en tanto que sus ajustes fueron de 143,79 y de 148,52 dólares. En el balance semanal estas posiciones ganaron un 0,34 y un 0,47% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 143,30 y de 147,83 dólares. Un año atrás, los precios eran de 142,61 y de 145,52 dólares.

En el nivel local, los exportadores pagaron $ 900 por maíz para Bahía Blanca, General Lagos, San Martín y para Timbúes, sin cambios. En operaciones diferidas se ofrecieron US$ 99 para octubre; US$ 100 para noviembre, y US$ 101 para diciembre. En el Matba, la posición abril bajó US$ 0,70 y cerró en US$ 120,80.

Por tonelada de trigo los exportadores pagaron $ 1000/1050 por cereal condición cámara para Rosario y $ 1300 por trigo de calidad.

Ratifican que la cosecha será muy abundante

Tras el último informe mensual del USDA, en el que estimó la cosecha estadounidense de soja 2015/2016 en 106,59 millones de toneladas, a partir de un rinde promedio de 31,54 quintales, muchos operadores y analistas consideraron el dato oficial como "poco probable" o "sobrevaluado". Sin embargo, ayer Pro Farmer, una entidad formada básicamente por productores de los Estados Unidos, ubicó sus cifras muy cerca de las dadas por el organismo.
En efecto, tras cuatro días de recorrido por las principales zonas agrícolas de los Estados Unidos, los integrantes de Pro Farmer estimaron la producción de soja en 105,79 millones de toneladas y el rinde promedio en 31,27 quintales. Así, la producción quedaría muy cerca del récord histórico del ciclo 2014/2015, de 108,02 mill/t. "Si Pro Farmer estima una cosecha tan abundante, a sabiendas de que ese dato es bajista para los precios, no habría que descartar que el número final resulte aún mayor", dijo un operador argentino.