La mejora del clima sobre las zonas productoras del Medio Oeste de los Estados Unidos y la firmeza del dólar respecto del euro fueron los principales fundamentos bajistas para los precios de los granos en la Bolsa de Chicago, que ayer concluyeron la semana con balance negativo. En el nivel local, la rueda cerró con pérdidas para la soja que, no obstante, terminó el segmento comercial sin variantes significativas, producto del sostenido interés de la demanda.

Al momento de fijar los ajustes de la jornada, las pizarras de Chicago mostraron ayer bajas de US$ 3,84 sobre los contratos septiembre y diciembre del maíz, cuyos valores fueron de 165,44 y de 169,77 dólares por tonelada. En el balance de la semana, estas posiciones resignaron un 3,34 y un 3,82% frente a los precios vigentes el viernes anterior, de 171,15 y de 175,19 dólares.

Durante la rueda, los fondos de inversión liquidaron 14.000 contratos de maíz, equivalentes a poco más de 1,77 millones de toneladas. La mejora en las condiciones climáticas, en coincidencia con la etapa de polinización del maíz, clave para determinar el potencial de rinde de los cultivos, llevó a los especuladores a retirar ganancias, luego de que el cereal alcanzó el nivel de precios más elevado de 2015.

El otro factor bajista de la semana para los granos fue el dólar, que se apreció un 2,83% frente al euro, al pasar la relación entre ambas monedas de 1,1145 a 1,0830, en un movimiento que le restó competitividad a las materias primas agrícolas estadounidense en el mercado de exportación.

En el nivel local, los exportadores ofrecieron ayer $ 900 por tonelada de maíz disponible para las terminales de San Martín y de San Lorenzo, un valor que quedó por debajo de los $ 950 vigentes anteayer por mercadería sin descarga. Para Bahía Blanca, los compradores propusieron $ 880 por tonelada, $ 40 menos que el miércoles. El cereal de la próxima cosecha, con entrega entre marzo y abril sobre San Martín, se cotizó a US$ 125, con una quita de 5 dólares.

Las posiciones septiembre y abril del maíz en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), retrocedieron ayer US$ 2,40 y 3, en tanto que sus ajustes fueron de US$ 110,10 y de 130.

Por cuarta rueda consecutiva, los precios de la soja cerraron en baja ayer en la Bolsa de Chicago, donde los contratos agosto y noviembre perdieron US$ 1,56, al terminaron la jornada con ajustes de 372,86 y de 369,92 dólares por tonelada. En el balance de la semana, estas posiciones descendieron un 1,67 y un 1,52% frente a los ajustes vigentes el viernes anterior, de 379,20 y de 375,62 dólares.

En la plaza doméstica, las fábricas ofrecieron $ 2100 por tonelada de soja disponible para las terminales ubicadas en la zona de Gran Rosario, $ 30 menos que anteayer. Este valor, no obstante, implicó un cierre semanal estable para el valor de la oleaginosa en el principal polo de comercialización de la Argentina.

Para los puertos de Bahía Blanca y de Necochea, la demanda ofreció ayer 2150 y 2100 pesos por tonelada de soja, 20 y 30 pesos menos que anteayer.

En el Matba, la posición septiembre de la soja cerró sin cambios, con un ajuste de 239 dólares por tonelada, en tanto que el contrato noviembre perdió US$ 0,50 y terminó la jornada con un valor de 247,50 dólares.

Acerca del trigo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires relevó ayer una menor actividad del sector molinero, que ofertó entre 1030 y 1350 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago. Por cereal de calidad la exportación pagó US$ 156 en Bahía Blanca, en tanto que por trigo condición cámara para la zona de Rosario propusieron entre $ 980 y 1000.

El contrato septiembre del trigo en Chicago bajó US$ 3,03 y cerró con un ajuste de US$ 203,56. En la semana perdió un 3,82% de su valor.

En Brasil prevén un crecimiento del área con soja

La consultora Safras y Mercado indicó ayer que la siembra de soja en Brasil crecería un 3,8% en la campaña 2015/2016, en detrimento del maíz de verano, hasta los 32,92 millones de hectáreas y proyectó la nueva cosecha en un récord de 99,8 millones de toneladas, desde los 96,22 millones estimados por el gobierno brasileño para el ciclo en curso.

"Debido a la mejor retribución, la soja le quitará área al maíz de verano. Por esto, los productores deberían focalizar su atención sobre el maíz tardío", dijo a la agencia Reuters el analista Luiz Fernando Roque. Entre los motivos de la opción por la soja se destacó, además, el alto costo de los fertilizantes nitrogenados, muy usados en la producción de maíz.