A punto de subirse al avión que lo depositaría en el búnker de Pro en Santa Fe, un alto dirigente macrista expresaba sus miedos en relación con la elección. "Perotti subió mucho y nos sacó votos en las últimas semanas", confiaba preocupado el funcionario, minutos antes del cierre de los reñidos comicios en los que se definía el nuevo gobernador de esa provincia, con un escenario de extrema paridad entre el socialismo, representado por Miguel Lifschitz y con una ínfima ventaja, y el candidato de Macri, el diputado Miguel del Sel.
Era, para Macri, una apuesta trascendente. La manera, según uno de sus más estrechos colaboradores, de demostrar que "podemos ganar una elección más allá de la General Paz" con un postulante propio. Pasadas las 23, y con un rictus algo amargo, le pidió al gobernador Antonio Bonfatti "hacer las cosas bien" y estimó tener el resultado definitivo "el jueves o el viernes" próximo.
Del Sel, incorporado a la política desde el humor luego de varias charlas con el jefe de gobierno, a fines de 2010, es considerado un "Pro puro" por la mesa chica del macrismo y el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba. Nadie auguraba, al cierre de esta edición, que el caso Santa Fe no motivara un cambio en la estrategia de "pureza" que Macri sostuvo hasta ayer. Lo cierto es que la euforia previa que podía palparse en el macrismo las semanas previas a los comicios se transformó en dudas y la apuesta final al escrutinio definitivo, donde Macri esperaba buenas noticias.
El propio líder de Pro encabezó la nutrida delegación del macrismo que llegó para apoyar a Del Sel. Apenas llegó, pasadas las 21, el jefe de gobierno se encerró en una habitación del hotel Los Silos junto a su secretario de Gobierno, Marcos Peña (candidato número uno a ser su compañero de fórmula presidencial); el ministro de Gobierno Emilio Monzó, y Carlos Reutemann, su aliado peronista en la provincia. Juntos, los dirigentes vieron por televisión a los socialistas "festejando" el triunfo en la provincia y en Rosario, donde la intendenta Mónica Fein derrumbaba los sueños de la concejal Anita Martínez, la más votada en las PASO del pasado 19 de abril.
Gabriela Michetti, María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich, Federico Pinedo, Fernando Niembro y Pablo Walter fueron algunos de los dirigentes que acompañaron desde abajo del escenario a Del Sel cuando, pasadas las 22, salió a adjudicarse el triunfo. Macri, en tanto, se mantuvo sin mostrarse de manera pública, y así lo hizo hasta la medianoche.
"Estamos felices, sabíamos que iba a ser difícil pero estamos ganando, por poco pero ganamos", dijo el titular del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, pasadas las 22.30, y sin disimular su enojo con los socialistas, "que deberían tener la dignidad de reconocer la victoria de Miguel". Poco después, los datos comenzarían a mostrar ventajas en favor de Lifschitz.
"Es muy posible que Santa Fe tenga un cambio. Pero hay que respetar a la gente", dijo un moderado Pinedo cerca de las 23. El jefe de los diputados macristas calificó de "lamentable" la actitud del PS de proclamar el triunfo antes de tiempo.
Perotti coincidió con las críticas de Macri y pedía prudencia. Una mezcla de desazón y esperanza inundaba a Pro, que esperaba un domingo de festejo que trocó en incertidumbre.