En Ramallo se aquietaron las aguas. La semana pasada, el Concejo Deliberante de la ciudad modificó en parte la ordenanza municipal 5133, que regula el uso de fitosanitarios y que de hecho, tras su sanción, el 31 de marzo pasado, mantuvo en vilo a los productores agropecuarios, que paralizaron su actividad y veían peligrar su futuro. Lo más significativo de la reunión de la noche del jueves fue que se autorizó el uso de agroquímicos banda amarilla y azul, que son necesarios para la producción agropecuaria.

Cabe recordar que la ordenanza sólo permitía el uso de los productos banda verde (de riesgo moderado), pero, según los productores, para combatir ciertas malezas se necesita el uso combinado de esos fitosanitarios con los de banda amarilla y azul. Los banda roja, los más peligrosos, están totalmente prohibidos y no admiten quejas.

"Estamos medianamente satisfechos, porque de esa manera podemos volver a producir", dijo a LA NACION el productor local Carlos Amadeo. De hecho, según comentó, el viernes mismo algunos agricultores comenzaron las labores de siembra de trigo en ese distrito.

El término "medianamente" obedece, según Amadeo, a que no hubo cambios en los artículos de la norma comunal que restringe el uso de agroquímicos a una zona de exclusión de 300 metros y la prohibición total de las fumigaciones aéreas, ambas cuestiones muy resistidas por los agricultores de Ramallo.

Según Amadeo, "lo que es inconcebible es que una ordenanza municipal sobrepase lo que marca una ley provincial". Esto es, que en territorio bonaerense el área de exclusión para la aplicaciones terrestres se limitan a 50 metros y las fumigaciones aéreas, a 200 metros de las zonas urbanas.

No obstante, la parte positiva que leyeron los productores fue que "se superó una situación límite, que era prohibir todos los agroquímicos, lo que nos dejaba fuera de la actividad", agregó Amadeo.

Durante la reunión del Concejo Deliberante se aprobó además la conformación de una comisión, integrada por funcionarios del Ministerio de Asuntos Agrarios y de Salud bonaerense y de la Subsecretaría de Agricultura de la Nación, que tendrá como tarea "evaluar el seguimiento de la gestión ambiental". No obstante la ordenanza entrará en vigor a fines de este mes, el intendente municipal de Ramallo, el radical Ariel Santalla, dijo que se espera la intervención del Ministerio de Agricultura de la Nación para redefinir las distancias que hay que poner como zona de exclusión en función de las derivas.

Santalla también calificó el encuentro de los concejales como "parcialmente bueno", porque mejora el panorama productivo, aunque no modifica en nada la situación de aquellos productores que están a menos de 300 metros del casco urbano. Lo destacable, para Santalla, es que esta vez hubo una gran movilización de los productores, que antes no había ocurrido.

La cuestionada ordenanza, propiciada desde sectores ambientalistas, compromete la actividad rural de Ramallo, conformada, según Daniel Berdini, director de Coninagro e integrante de la Mesa Agropecuaria provincial, por unos 800 productores agrícolas y aproximadamente 1500 tenedores de tierra.

Por último, cabe mencionar que en este distrito hay 65.000 hectáreas en las que se producen fundamentalmente soja y también maíz, trigo, sorgo, avena y hortalizas, entre otros cultivos. La mayor parte de esa superficie está en manos de minifundistas que trabajan, en promedio, unas 45.000 hectáreas.

65.000

Son las hectáreas que suman las producciones de soja, maíz, trigo, sorgo, avena y hortalizas en Ramallo.