Hasta la fecha se ha verificado lo estimado en anteriores notas.
En Chicago los futuros más cercanos han remontado el camino y ahora cotizan
arriba de u$s 360. Este nivel no se registra desde tres semanas.
¿Dónde está la razón?
Pues bien: se ha interrumpido el sendero de revaluación del dólar en términos de las principales divisas. De hecho, en los últimos días se observa una acentuada depreciación de esta moneda
La devaluación de la moneda estadounidense tiene inmediata repercusión (favorable) en el precio de los granos, sobre todo en la soja, por ser un commodity transable internacionalmente por excelencia.
El proceso de debilitamiento de esta moneda responde al mal desarrollo de la economía norteamericana reciente.
Otra palanca en la mejora de valores viene de la mano de la logística, tal como detallamos en anteriores notas. La preocupación, en los últimos días, dejó de centrarse en los puertos de Brasil para pasar a nuestro país.
A mediados de la semana pasada, se registraron varios incidentes que afectaron seriamente la logística de embarque.
No sólo hubo un grave problema con los camioneros en la planta de Dreyfus, de General Lagos, en Santa Fe.
También surgieron serios incidentes que derivaron en una huelga por parte de trabajadores fluviales en la zona de Rosario. Se trata de quienes deben trasladar a los prácticos de los buques que ingresan en el área para permitir el amarre. El problema se extendió por cuestiones salariales.
De esta forma, la actividad portuaria quedó encerrada en una serie de
conflictos en toda el área conocida como Up-River.
Así, la avidez por mercadería se hizo patente.
Pese a todo lo dicho, el mercado local sigue en el piso marcado en los últimos días. No logra pasar visiblemente la línea de $1.900.
Los compradores no se despiertan del todo.
Hoy, lunes 4 de mayo, los valores por soja con descarga ofrecidos por las fábricas en la zona de Rosario se movieron alrededor de $ 1.850 y de $ 1.900, sin descarga.
La razón fundamental de la falta de respuesta respecto al cambio de tendencia (hasta ahora) del mercado internacional no viene tanto de la mega oferta sudamericana como del rezago del valor interno del dólar.
Como sabemos el dólar oficial no logra llegar siquiera a $9. Además, la soja cobra un dólar con una quita del 35%.
En la actualidad, si tomamos en cuenta la inflación este dólar que no llega a $9 es menor, en términos reales, al de la Convertibilidad cuando no había derechos de exportación (retenciones).
En mayo del año 2002, el dólar estaba en aproximadamente $ 5. Al incorporar la tasa de inflación, este valor pasa a $25.
En buen romance: hace 13 años, el dólar valía más o menos tres veces lo que hoy. Más claro: el productor con un dólar compraba tres veces lo que puede adquirir ahora. Pero no termina acá la cuestión. Con el dólar de la soja, todavía compra menos. Porque ahora tiene una quita del 35%.
No es sustentable un dólar tan bajo con un derecho de exportación tan elevado.
Además, está claro que el Gobierno se resiste a “actualizar” –aunque sea algo- el valor del dólar. Por ende los compradores de soja están tentados a cerrar operaciones con urgencia.
Por el momento, el tiempo les juega a su favor ya que la tasa de depreciación de nuestra moneda es mucho más baja que la tasa de inflación.
Acá está la madre del borrego.