ROSARIO.- Con un escrutinio lento y pausado, las PASO en Santa Fe marcaron una victoria para el candidato de Pro, Miguel Del Sel, que se convirtió por primera vez en el postulante más votado en una elección provincial.
Al cierre de esta edición aún no estaba confirmado si los dos alfiles del Frente Progresista, el socialista Miguel Lifschitz y el radical Mario Barletta, sumaban o no más sufragios que el ex Midachi, que festejó y volcó sus habilidades musicales arriba del escenario junto a Mauricio Macri y Carlos Reutemann en Rosario. El escrutinio oficial aportaba que el peronista Omar Perotti podría superar el 22 por ciento de los votos, el piso que se había impuesto al inicio de la campaña.
Con el 47 por ciento de las mesas escrutadas, Del Sel sumaba 252.727 votos, mientras que los dos candidatos del Frente Progresista obtenían 236.392 sufragios. Lifschitz se impuso en la interna a Barletta, con una diferencia del 43 por ciento de los votos. Por su parte, el candidato del Frente Justicialista para la Victoria lograba 164.450 sufragios.
En el último tramo, la campaña electoral se nacionalizó con la presencia de candidatos presidenciales como Daniel Scioli y Mauricio Macri, que pusieron la mira en el tercer distrito electoral del país. El líder de Pro lo hizo desde hace tiempo. Por eso eligió el escenario de Puerto Norte, en Rosario, para subirse a festejar con Del Sel y Carlos Reutemann, quien reapareció tras una ausencia en la campaña electoral.
"La bota de Santa Fe es hoy la más grande del país y va a tener como presidente al más grande", dijo el ex Midachi refiriéndose a Macri, quien le devolvió los elogios en un clima de plena celebración: "Ganó un tipo como Miguel, que sufrió mucha agresión, sólo por querer involucrarse para darle algo mejor a los santafecinos", advirtió Macri. El líder de Pro no desaprovechó la oportunidad y llevó la reflexión al plano nacional. "Son muchas las veces que hemos venido a Santa Fe en estos años y hemos ido viendo cómo crecía de a poco este sentimiento de que juntos podemos construir la Argentina que nos merecemos", dijo el líder de Pro.
Frente a las elecciones generales del 14 de junio, se abre ahora un nuevo escenario si las tendencias de anoche quedan firmes en el escrutinio definitivo. Del Sel podría haber sumado más votos que en 2011, cuando obtuvo el 33 por ciento, y superado a los dos postulantes del Frente Progresista. Esa situación obliga a Lifschitz a cercar los votos que obtuvo el radicalismo dentro del espacio oficialista e ir en busca de adhesiones que perdió el socialismo.
Del Sel es un candidato puro de Pro, construido desde las entrañas del macrismo, que hizo su debut en 2011, cuando asustó al Frente Progresista al quedar a sólo tres puntos de Antonio Bonfatti. Cuatro años después ya no hubo la misma sorpresa, aunque la diferencia sobre Lifschitz fue mayor a lo que pensaban los más optimistas. La campaña de Del Sel tuvo sus traspiés con exabruptos verbales que dejaron flancos débiles para que desde el socialismo y el peronismo le endilgaran que no estaba preparado para gobernar una provincia. El candidato de Pro decidió exhibir su equipo de trabajo y empezar a mostrar anticipadamente lo que podría ser su gabinete si llega a la Casa Gris.
Voto bronca
En el Frente Progresista empezaban anoche a repensar la campaña. Pero nadie dejaba fuera del análisis que el resultado electoral dejó al descubierto un voto bronca, compuesto por una gama de malestares, entre los que redunda el problema de la inseguridad y la violencia en las principales ciudades, como Rosario y Santa Fe. Ése fue el eje de la campaña de todos los postulantes, pero Lifschitz acercó tibias propuestas de cambio, centradas en la policía, y dijo que quería transformarse en un superministro de Seguridad. Por su historia y su recorrido ideológico le fue difícil convencer al electorado de esos virajes.
Pasadas las 21:15, el ministro de Gobierno, Rubén Galassi, salió a admitir la derrota. Dijo también que -según las mesas testigo del socialismo- la suma de votos de los dos candidatos del Frente Progresista le ganaban a Del Sel por una diferencia menor al dos por ciento. Frente a los funcionarios de gobierno del socialismo, que se agruparon en el centro de campaña, Lifschitz admitió que "ahora comienza otra elección, que va a ser polarizada".
"Se van a discutir dos modelos de gestión y dos historias de vida muy distintas", resumió el ex intendente de Rosario, y agregó: "El modelo del Frente Progresista es consistente, serio y responsable". Aunque al principio le restaron importancia, anoche señalaban que influyó en el electorado la decisión de Hermes Binner de bajar su candidatura a principios de marzo, frente al peso que ganaron las recurrentes visitas de Macri a Rosario y Santa Fe. "Ahora vemos que no tener una referencia nacional de peso influyó en este comicio", señaló un ministro socialista.
En el Frente Renovador la interna estaba reñida entre los candidatos Eduardo Buzzi y Oscar Martínez, pero con escasa absorción del electoral. Juntos sumaban el 7 por ciento de los votos.