En un puesto surtido, donde se puede encontrar de todo un poco, como leche, ricota, verduras, frutas de estación y mandioca, está Silvina. Para llegar el sábado a primera hora, comienza a cosechar los viernes bien temprano. Junto a otros nueve colonos se organizó y paga el flete de un camión para transportar los productos de la chacra hasta la zona oeste de la capital provincial.

El espíritu de la feria franca, desde sus inicios, fue constituir un espacio que permita la producción agroecológica con mano de obra familiar y la comercialización en forma directa al consumidor. Entre los colonos se promueve el cultivo libre de agroquímicos y respetando el medio ambiente en el que se desarrolla la actividad. Con esa impronta nacieron las ferias francas en la ciudad de Oberá en 1995, imitando a los hortigranjeros de Santa Rosa (Brasil)

Tras esta experiencia en la Capital del Monte, los municipios vecinos empezaron a replicar la iniciativa. Así esta modalidad de venta de productos de la chacra fue creciendo en toda la provincia. Después se desarrollaron proyectos similares en otras provincias, como Corrientes, Salta, Santa Fe, Chaco, Formosa, San Juan y Catamarca.