La ecuación económica también impone prácticas agronómicas en los Estados Unidos, donde los productores incrementarán por segunda campaña consecutiva la superficie destinada a la soja durante el ciclo 2015/2016, en detrimento del maíz, que si bien continuará siendo el cultivo más sembrado, cederá por tercera temporada seguida parte de su histórico dominio.

Así lo expuso ayer el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en su informe anual sobre intención de siembra, elaborado tras relevar la opinión de 84.000 productores estadounidenses.

Según el organismo, desde mediados del mes próximo los agricultores comenzarán a sembrar 34,28 millones de hectáreas, una superficie mayor a las cubiertas durante los ciclos 2014/2015, de 33,90 millones, y 2013/2014, de 31,10 millones. En función de los datos del USDA, la oleaginosa consolida un incremento de área del 10,23% en sólo dos campañas agrícolas.

Desde Chicago, Charlie Sernatinger, director global de Futuros de Granos de EDF Man Capital, contó a LA NACION que en los últimos dos años en los Estados Unidos se generaron problemas de logística con el transporte ferroviario de granos, que fueron agravados por las sucesivas cosechas récord de maíz y de soja. "Esto encareció fuertemente el costo de los fletes para transportar las cosechas, con el mayor impacto económico sobre los números del maíz. Por esto, hoy los productores se están orientando a restarle tierras al cereal para dedicarlas a la oleaginosa, cuya producción es más barata", dijo el especialista.

Para el maíz el USDA estimó ayer una superficie de 36,09 millones de hectáreas, por debajo de los 36,69 millones de la campaña 2014/2015.

Si bien el área estimada para la soja quedó por debajo de los 34,80 millones de hectáreas previstos por el mercado, hay consenso entre los operadores en cuanto a que la superficie finalmente sembrada superará el cálculo oficial. "Es normal que el dato de marzo sea superado en los informes mensuales posteriores del organismo", aclaró Sernatinger.

Durante la campaña 2014/2015, la cosecha de soja de los Estados Unidos fue récord, con 108,01 millones de toneladas. A ella se sumaron volúmenes también récord para Brasil y para la Argentina, que pusieron al mercado en un nivel de sobre oferta, con la consecuencia lógica de precios en fuerte baja.

"El balance de oferta y demanda mundial no tiene esperanza, a menos que tengamos una sequía en los Estados Unidos. A partir de las proyecciones para la cosecha 2015/2016, EE.UU. va a sumar a las existencias finales globales unos 5 millones de toneladas y América del Sur otros 8 millones. De manera que hacia el 1º de septiembre próximo las reservas de soja estarán por encima de los 100 millones de toneladas, un volumen inédito", explicó Sernatinger. Como dato a tener en cuenta, el especialista destacó que la molienda en China se está convirtiendo en una "industria madura", con un crecimiento que tiende a ser paulatino y no acelerado como lo está haciendo la oferta.

Consultado sobre la posibilidad de que los precios de la soja en Chicago vuelvan a oscilar entre 500 y 550 dólares, como lo hicieron hasta mediados de 2014, Sernatinger respondió en forma lacónica: "De ninguna manera". Y fundamentó la respuesta en que hoy la demanda no tiene capacidad para asimilar el aumento de la oferta. "En la zona del Golfo de México (referencia para el precio de exportación estadounidense) hoy el valor FOB de la soja ronda los 380 dólares por tonelada, pero creemos que hacia noviembre ese valor bajará hasta los 350 dólares, con el consecuente efecto bajista sobre las pizarras de Chicago". En ese sentido, en febrero, durante su Foro Anual, el USDA proyectó un precio promedio para la soja estadounidense en 330,69 dólares por tonelada.

Impacto doméstico

El panorama fronteras adentro es muy negativo para los precios de la soja. Un año atrás la oleaginosa para entrega en mayo se cotizaba a US$ 312 por tonelada en la Bolsa de Comercio de Rosario. El cierre de ayer, de US$ 218, dejó expuesta una caída interanual del 30,13 por ciento. "Si bien en la Argentina estamos en el inicio de la cosecha 2014/2015, nos encontramos con un mercado global en el que la soja abunda; con una actividad que deja de ser rentable, y con un nuevo crecimiento de la siembra en el principal productor mundial", puntualizó Adrián Seltzer, de la corredora Granar SA.

El analista señaló que salvo algún cambió relevante en el mediano plazo en temas de fondo en el contexto mundial, como contingencias climáticas que afecten la producción del hemisferio Norte; una devaluación del dólar frente al resto de las monedas centrales para el comercio, o un aumento inesperado en la demanda, "en la Argentina se deberá reevaluar el esquema impositivo y/o el esquema del negocio, ya que la campaña 2015/2016 será inviable en zonas importantes tal como hoy están planteadas las cosas", aseguró Seltzer. Y añadió que el 65% de la agricultura argentina se hace en campo alquilado, "donde los números no cierre con una soja de 220 dólares".

10,23%

En ascenso

En dos ciclos el área con soja pasó de 31,10 a 34,28 mill./h en Estados Unidos

30,13%

En caída

Desde los US$ 312 vigentes un año atrás, la soja argentina se cotizo ayer a US$ 218.