Las lluvias caídas en la zona núcleo desde principios de octubre, cuando se inició la siembra de la soja, hasta la fecha, superaron ampliamente la demanda de agua del cultivo. En concreto, recibió durante la presente campaña un promedio de 850 milímetros, mientras que en todo el ciclo de la oleginosa las necesidades de agua varían entre 450 a 650 milímetros.

Por ejemplo, según indicó la Bolsa de Comercio de Rosario, las zonas de Idiazábal, en Córdoba, o Clason, en Santa Fe, superaron en seis meses los 1.000 milímetros, que son las lluvias normales de todo un año. En Bell Ville, ubicado de la provincia de Córdoba, el acumulado es de 1.120 milímetros, lo que dejó severos daños en extensas áreas, aunque ayudó a consolidar muy buenos rindes en otras.

Más allá de los récord de rendimiento que se esperan en soja, las lluvias también dejaron una marca en la presente campaña. "Hay una gran cantidad de hectáreas que no se podrán recolectar por los excesos de agua", destacó la entidad.

Por su parte, la Bolsa informó que para los próximos días llegará desde el sur una importante masa de aire frío y seco, que acompañada de viento ayudará a secar los suelos que no tienen serios problemas de excesos hídricos en la zona núcleo, lo que permitirá continuar a buen ritmo con la cosecha.