La presencia de más de 2200 productores en la jornada de Malezas que se realizó la semana pasada en el INTA Oliveros, organizada por el Ministerio de Agricultura de la Nación, fue la prueba cabal de que la problemática de la resistencia preocupa cada vez más.

Conscientes de ello, los especialistas insisten en que no hay una única solución, no hay una "bala de plata", sino diversas estrategias que se deben combinar para afrontar la resistencia.

"La problemática de las malezas es el resultado de la presión de selección ejercida por una sumatoria fuertemente estructurante. El más importante es el herbicida que hemos venido utilizando en los últimos veinte años, el glifosato, sumar la siembra directa, el monocultivo de soja y el régimen de tenencia de la tierra, que para mí es el más importante, por los contratos de muy breve duración que impiden planificar o rotar cultivos y rotar herbicidas", expresó Juan Carlos Papa, técnico del INTA Oliveros.

Según Papa, al comenzar a tambalearse la pata más importante del sistema, el glifosato, se buscó apuntalar esa pata con otros herbicidas. "Así ayudamos al glifosato a funcionar, y con graminicidas", dijo.

"Seguimos usando esta mayor diversidad de productos, que no son nuevos; vienen de las décadas del 70, 80 y los 90, dentro del mismo núcleo duro que significa este sistema tan estrecho", señaló.

Para el especialista, como consecuencia de la aplicación de un sistema simple en realidad se llega siempre tarde, con malezas muy grandes para lo que los herbicidas pueden dar. "En lugar de ingenieros agrónomos estamos trabajando de bomberos. Vivimos apagando incendios y eso favorece los procesos de evolución de resistencia", afirmó Papa.

Barbecho o rescate

El técnico resaltó la importancia de actuar en los momentos oportunos para el control. "Si sabemos que el barbecho es el período en que la mayor parte de estas malezas son problemáticas, es en ese momento cuando debemos y podemos manejar eficaz y económicamente estos problemas. Para la rama negra el manejo debe iniciarse dentro de su ciclo, en otoño, cuando comienza. Hay gente que dice que por cuestiones logísticas el barbecho lo comienza en setiembre, pero ahí ya no es un barbecho sino un tratamiento de rescate", ejemplificó.

Para José Luis Spontón, director del Centro Regional Santa Fe del INTA, sostuvo que las soluciones deben buscarse con "inteligencia y creatividad".

"Nos convoca el desafío del manejo de las malezas para transferir conocimientos y lograr los mejores resultados individuales, empresariales, pero, por sobre todo, los mejores resultados como país", indicó.

"Hay muchos trabajos relacionados con las pérdidas ocasionadas por las malezas, pero no debemos quedarnos sólo con lo que nos dicen esos estudios, sino que con inteligencia y creatividad encontrar las soluciones", remarcó.

Observatorio de resistencia

Iniciativa público-privada para ganar la pelea

La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) firmó un convenio en el marco de la última edición de Expoagro con la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) que apunta a crear un observatorio de resistencia a herbicidas con el acompañamiento de otras instituciones del sector agroindustrial. La iniciativa también comprende nuevas líneas de investigación para el desarrollo de tecnologías eficientes de diagnóstico y el análisis de malezas resistentes a herbicidas. El observatorio busca corroborar la presencia de fenotipos resistentes, identificar su localización geográfica, testear la existencia de resistencias cruzadas y múltiples y proveer el servicio de asesoramiento.