El Gobierno calificó de "lock out patronal" el paro que llevarán adelante hasta mañana Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural Argentina (SRA) y Coninagro.
Quien definió de esa manera la medida de fuerza fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. "No es un paro, sino un lock out patronal de quien tiene el manejo de determinados niveles de producción y, fundamentalmente, una oleaginosa de las características de la soja", señaló el funcionario.
Otros voceros del oficialismo, como el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, criticaron el cese de comercialización. "El objetivo de los patrones del campo es inverso al de la mayoría de los argentinos, mientras que en este proyecto nacional estamos discutiendo la distribución de la renta y la asignación de recursos", expresó el gobernador entrerriano.
Mientras tanto, la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo), una agrupación en la que confluyen desde funcionarios hasta técnicos vinculados con el Gobierno, definió el paro como "un paro desde los grandes productores con fines políticos". Según esa organización, el paro es "extemporáneo".
"Es incomprensible este llamado de tres entidades rurales a no comercializar, si lo pensamos desde lo gremial. Si lo pensamos desde lo político, entonces sí", sostuvo Guillermo Martini, referente de la Canpo y funcionario del Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea).
Para Martini, hay 10 millones de toneladas de soja sin vender y "para esos productores no hay una necesidad de vender porque están bien económicamente".