Brasil Foods (BRF) es la mayor alimenticia brasileña y la séptima a nivel mundial. Nació de la fusión entre Sadia y Perdigao en 2011, y así llegó a la Argentina. Enseguida, amplió su participación en el negocio alimenticio nacional con la compra, tres meses después, de Avex, hasta entonces de capitales nacionales, y también se quedó, paralelamente, con la marca Dánica.
La compañía acaba de anunciarle a Débora Giorgi una inversión de u$s 16 millones para duplicar su capacidad y alcanzar los 160.000 pollos diarios. Así, con 3,2 millones de aves faenadas por mes, ocupará el sexto puesto en el ranking, detrás de Granja Tres Arroyos, con 11 millones, Rasic (7 millones), Soychu (5,5 millones), Las Camelias (4,3 millones) y Noelma (3,3 millones).
En una reunión celebrada ayer, el CEO para Latinoamérica de BRF, Alexandre Borges, junto al gerente de Relaciones Institucionales de Argentina, Juan Seña, le anunciaron el plan de inversión a la ministra de Industria, Débora Giorgi.
A los proyectos de ampliación de la planta de Río Cuarto, Córdoba, se suma la creación de 400 puestos de trabajo y se incorporan 48 granjas integradas (a las 38 que tienen actualmente) con 96 nuevos galpones, según informó Industria en un comunicado. Fuentes de la compañía evitaron hacer declaraciones.
Si bien no parece ser el mejor momento para el sector, con uno de los principales compradores del país, Venezuela, virtualmente fuera de escena, Borges explicó que, con este proyecto, la compañía de origen brasileño "busca hacer de la Argentina una plataforma exportadora mundial", según la información oficial difundida ayer.
Las ventas externas de pollo desde el país cayeron 13% el año pasado y se espera una nueva merma en 2015. Esto, porque sólo una parte de las exportaciones que iban a Venezuela, que en 2013 representaron el 30% del total, pudieron ser redireccionadas a destinos asiáticos.
Sin embargo, al ser la producción de pollos un negocio de escala, y a un mes de que BRF anunciara una nueva estructura de gestión, parecen haberse disipado algunos de lo miedos que, según fuentes consultadas por El Cronista, existían en la compañía hace algunos meses.
Desde enero, cinco gerentes generales reportan al CEO mundial de BRF y son responsables de sus unidades de negocio, divididas por regiones en Brasil, América latina, Europa, Asia y África/Oriente Medio.
Brasil Foods también pesa fuerte en el negocio de carne bovina. En la Argentina, es dueña de Paty y controla, desde 2012, todas las plantas de procesamiento de hamburguesas, salchichas, jamones y verduras de Quickfood en el país, además del frigorífico San Jorge. Su desempeño en este mercado a nivel local superó al de sus coterráneas, Marfrig y JBS, que en los últimos años se batieron en retirada, dejando las operaciones nacionales en su mínima expresión, de la mano de la crisis del sector de la carne.
Las ganancias de BFR se duplicaron en 2014 y alcanzaron los 2.200 millones de reales a nivel global.