Las tremendas precipitaciones ocurridas a principios de mes, en el área central de nuestro país, no sólo han perjudicado los cultivos sino que también están demorando la trilla del maíz y de la soja en las zonas más próximas al trópico.
Como sabemos, desde comienzos de año el agua caída en muchas partes supera el nivel de 600mm. Córdoba y el norte de Santa Fe son testigos sufrientes de la situación.
Ello significa que muchas hectáreas no será cosechadas; y otras tendrá rindes inferiores a los esperados. El caso del maíz es menos preocupante dado su elevado porte y contextura de mayor fortaleza.
Mañana martes 10 de marzo, el USDA dará a conocer sus estimaciones.
Veremos si calcula una baja en la producción de soja (y eventualmente de maíz) para nuestro país, a resultas de las abundantes lluvias. Puede ser que no registre aún la baja. Pero, tarde o temprano habrá de hacerlo.
Se dice que del total de la gruesa, más de 1 millón de hectáreas estarían perdidas, con daños irreversibles. De esta superficie, la mayor parte –casi la totalidad- la tiene la soja, por ser u cultivo mucho más proclive a sufrir este tipo de inclemencias.
En las puertas de la cosecha argentina y ya bien comenzada la de Brasil, los precios ha recomenzado una tímida cuesta arriba, pese a que la protesta de camioneros en Brasil se ha extinguido prácticamente.
Hoy 9 de marzo, por ejemplo, con entrega hasta el 15 del corriente, las fábricas ofrecieron $ 2.400 por soja. Por la mercadería con entrega en abril, la oferta fue de u$s 230. En el mercado de Chicago, todos los futuros operaron en suba.
Recientemente, el agregado agrícola del USDA en Brasilia ha calculado la producción 2014/15 en 93 millones de toneladas. Un número bastante menor al aguardado hace un mes.
En nuestro país, algunos privados están hablando de una cosecha más próxima a 55 que a 58 millones de toneladas.
Estos son elementos que podrían haber influido en las mejoras de precios recientes.
Pero tampoco está el cuadro para el descorche de botellas. Ni mucho menos. Hay que tomar en cuenta que la entrada de la cosecha al circuito comercial suele ser abrupta ya que los productores brasileños en promedio sólo pueden retener menos del 20% en las plantas de silos, galpones y silosbolsa.
Mientras tanto, las estimaciones sobre producción mundial se basan en apreciar cómo evoluciona la campaña 2015-16 en EE.UU. Recién está por comenzar la primavera; así que es hora de determinaciones por parte de los farmers.
Por el lado de la demanda, no se nota una descompresión. Quiere decir que el mango de la sartén está en las manos de la oferta.
Esta semana comienza el paro. La Mesa de Enlace ha perdido a la Federación Agraria (FAA). Esta organización ha preferido tomar un rumbo diferente del resto de los Gremios, con su propia movilización hacia el Ministerio de Agricultura en demanda de políticas agrarias favorables a los pequeños y medianos productores.
A su vez, los otros tres llevarán a cabo un cese de comercialización entre el miércoles y el viernes próximos.
Así están las cosas en nuestro país. El productor prefiere adoptar un posición conservadora y vender muy gradualmente a fin de no quedar afuera de una posible devaluación de nuestra moneda.
De esta forma seguirá renuente a desprenderse de soja fundamentalmente. La mercadería, sin dudas, es un mecanismo de reserva de valor que el productor prefiere porque conoce bien cómo funcionan los caminos por donde debe transitar.
El problema de iliquidez reinante en el sector continuaría puesto que sólo sw hará de dinero en la estricta medida de su necesidad más apremiante.
Tal actitud debería acentuarse en la medida que nos acerquemos a la asunción de un nuevo gobierno.