En Expoagro, los productores mirarán hacia el cielo. Y no será para ver si va a llover en sus campos, porque ya llovió mucho durante esta campaña. Ni tampoco para pedir que pase pronto, por más que lo deseen, una coyuntura muy complicada donde la caída de los precios internacionales del último año se sumó a un cóctel local de alta presión impositiva, distorsiones en los mercados, suba de costos y trabas para exportar.
En las alturas estará la vedette de la exposición. Será la primera dinámica de drones, vehículos aéreos no tripulados que prometen revolucionar la manera de trabajar en la agricultura con relevamientos aéreos por imágenes que luego permitan tomar decisiones de manejo mucho más acertadas.
Un drone puede sobrevolar 1000 hectáreas en 45 minutos. Es decir, en vez de salir a recorrer el campo en camioneta, con esta tecnología el productor puede enviar el drone. La tradicional recorrida pasa a ser virtual, con imágenes que se georreferencian y luego se analizan en una PC.
El drone puede usarse para detección de malezas sobre rastrojos, estimación de rindes, seguimiento de cultivos, estimación de daños climáticos, detección de enfermedades, filmando incluso con video de alta resolución para obtener información precisa sobre malezas, emergencia de los cultivos, áreas anegadas.
Oriunda de Tandil, la firma Estudio G&D se preparó para lanzar el primer avión no tripulado de fabricación nacional para uso agrícola con el modelo Explorador X8. Se trata de un avión tipo delta con un piloto automático que le permite un despegue y un aterrizaje totalmente autónomo. Su piloto automático se configura desde una tablet. "Podemos observar si la emergencia del lote fue pareja, hubo daño por heladas o granizo, el efecto de una lluvia sobre los lotes, o detectar vuelco por viento o problemas en el crecimiento de los cultivos con el fin de poder tomar decisiones correctivas", explicó Mariano Delbuono, responsable de la firma.
También, como todos los años, la muestra ofrecerá las últimas novedades en semillas y eventos biotecnológicos que ayudan a más rindes, una mejor protección de los cultivos y un uso más eficientes de recursos indispensables. Y maquinaria de última generación. Habrá nuevos servicios por parte de empresas que buscan ofrecer a los productores una especie de menú a la carta, donde se cruzan relaciones entre el uso de una semilla, datos del clima, del suelo, del ambiente de producción, de la historia de rindes.