Las subas externas y un notorio nivel de acuerdos entre vendedores y compradores locales posibilitaron ayer un mayor dinamismo en el mercado doméstico de la soja, donde se negociaron unas 70.000 toneladas de la oleaginosa, según el relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), entidad que anteayer se abstuvo de cuantificar las ventas.
En la venta de la soja disponible se evidenció la misma tónica de la rueda anterior, dado que las fábricas iniciaron la rueda con una oferta abierta de $ 2300 por tonelada para las terminales próximas a Rosario, para luego elevar el nivel de la propuesta hasta un rango de 2350 a 2380 pesos, según el volumen y la condición de entrega.
Pero el mayor movimiento se registró para las posiciones de descargas diferidas. En efecto, la demanda ofreció US$ 260 por tonelada de soja con entrega durante la primera quincena de marzo para San Martín y para Timbúes, entre 5 y 10 dólares por encima de las propuestas vigentes anteayer. Incluso, la BCR indicó que quienes comprometieron la entrega durante la primera semana del mes próximo habrían obtenido hasta 265 dólares.
También mejoró el valor de la soja con descarga entre abril y mayo para Timbúes, dado que de los 235/237 dólares del miércoles se pasó a una oferta abierta de 240 dólares.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), la posición febrero de la soja perdió US$ 2 y terminó la rueda con un ajuste de 277 dólares por tonelada, en tanto que el contrato mayo subió US$ 2,30 y cerró con un valor de 239,60 dólares.
Las pizarras de la Bolsa de Chicago mostraron ayer subas de US$ 4,22 y de 4,41 sobre las posiciones marzo y mayo de la soja, cuyos ajustes resultaron de 370,10 y de 371,57 dólares por tonelada. Entre los fundamentos que alentaron las mejoras se destacaron el aumento del valor de la harina (trepó un 2,63% al pasar de 373,24 a 383,05 dólares); la firmeza del mercado físico, y compras de los fondos de inversión por unos 8000 contratos, equivalentes a poco menos de 1,1 millones de toneladas.
Ayer, en la primera jornada del Foro Anual del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), el organismo proyectó la intención de siembra de soja para la campaña 2015/2016 en 33,81 millones de hectáreas, levemente por debajo de los 33,90 millones del ciclo 2014/2015. Este dato sorprendió al mercado, dado que buena parte de las estimaciones privadas auguran un incremento de la siembra de la oleaginosa por segunda temporada consecutiva.
No obstante, el carácter de proyección muy preliminar de la cifra dada por el USDA, que en general es modificada en mayo cuando el organismo debe hacer la primera proyección de la nueva campaña en su informe mensual, le restó influencia a la noticia sobre los precios.
Respecto del maíz, en el mercado local los exportadores ofrecieron $ 1100 por tonelada para Bahía Blanca y $ 900 para Timbúes, sin cambios. Para San Lorenzo, la demanda propuso $ 950. En tanto que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que los consumos pagaron entre 980 y 1100 pesos.
Según la BCR, el maíz con entrega entre marzo y abril se cotizó a US$ 118, con una baja de US$ 2. Igual quita se registró en Necochea, donde la demanda ofreció US$ 228, mientras que en Bahía Blanca la propuesta se mantuvo estable, en US$ 130.
Los contratos marzo y mayo del maíz en Chicago subieron US$ 2,37 y 2,27, en tanto que sus ajustes fueron de 153,44 y de 156,59 dólares por tonelada. Compras de oportunidad de engordadores, exportadores y fondos especuladores posibilitaron la mejora.
El USDA proyectó ayer el área destinada al maíz 2015/2016 en 36,05 millones de hectáreas, por debajo de los 36,69 millones del ciclo anterior. De concretarse esta previsión, el cereal perdería tierras por tercera campaña consecutiva.
Acerca del trigo, la BCBA indicó que los molinos pagaron ayer entre 1100 y 1450 por tonelada.
El clima para la cosecha, el gran interrogante
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) volvió a destacar ayer el muy buen
estado de los cultivos de soja en la zona núcleo y puso énfasis sobre el marcado
contraste con la campaña anterior, donde se osciló entre la sequía y los excesos
de humedad. En el ciclo 2013/14, "el rinde promedio se estancó en 33,5 quintales
por hectárea, es decir, 2,5 qq por debajo de la media histórica. Hoy, ante el
óptimo escenario climático, con lluvias bien distribuidas, la estimación de
rindes se mantiene firme en torno de los 40 qq/h".
Sin embargo, la incógnita mayor ahora pasa por el clima para el tiempo de la
cosecha, dado que marzo podría marcar una continuidad del patrón húmedo. "Sería
favorable que los acu-mulados de marzo se mantengan atados a las marcas
normales, para que la fluidez de las labores de recolección y el traslado del
grano no se vean afectados. No obstante, según los especialistas en
climatológica, el patrón húmedo ganaría persistencia hacia el mes próximo", dijo
la BCR.