En un contexto en que las finanzas del gobierno nacional son altamente deficitarias pero cuentan con la asistencia del BCRA, siempre es bueno complementar con un análisis de las finanzas provinciales, que si bien en los últimos años muestran desequilibrios bastante menores a los del poder central, al no contar con la asistencia del BCRA y en un marco de escaso acceso al financiamiento voluntario, sus desequilibrios financieros pueden causar rápido impacto macro.
Sobre las finanzas provinciales se cuenta con datos oficiales hasta el año 2013. A partir de allí se deben realizar estimaciones propias. A continuación se realiza una descripción detallada de la situación de las provincias hasta 2013, para luego pasar a estimar lo que pudo ser el cierre de las finanzas provinciales en 2014 y efectuar una proyección de escenarios fiscales para el actual año 2015.
Evolución Fiscal en Provincias hasta 2013
El consolidado de provincias obtuvo en 2013 un déficit financiero de ‐$9.842 millones, equivalente al 0,4% del PBI nacional, el cual marca una caída de un 29,7% respecto al valor nominal contabilizado en 2012 (‐$14.004 millones), denotando una leve mejoría en dicho indicador entre ambos años. El resultado primario, también negativo, se ubicó en el orden de los ‐$2.378 millones en 2013 (‐0,1% del PBI), con una baja del 71% respecto al valor observado en 2012, cuando representaba un ‐0,4% del PBI.
Los Ingresos en 2013 por Provincias
La variación interanual de los ingresos totales presentó matices entre las distintas provincias, aunque la mayoría su ubicó por debajo del promedio de suba del 34,2% registrado en el consolidado, impulsado por el fuerte crecimiento de CABA (43%).
Entre las provincias que mayor crecimiento verificaron de sus ingresos totales se encuentran Santiago del Estero (38,5%), Buenos Aires (36,7%), Santa Cruz, Córdoba y Tierra del Fuego (alrededor del 35%).
Con la devaluación de 2002 las finanzas provinciales comenzaron a mejorar hasta alcanzar un superávit financiero del 1,1% del PIB en 2004. A partir de allí, aun cuando la actividad económica se mostraba sólida, el excedente fiscal en provincias comenzó a declinar todos los años, hasta llegar a un desequilibrio financiero del 1% del PIB en 2009 (influido también por la recesión económica generada principalmente por la crisis financiera internacional). Luego de una recuperación en 2010 (alcanzando un superávit del 0,4% del PBI) las provincias en su conjunto se encuentran nuevamente en déficit en torno al ‐0,4% del PBI en 2013, aunque levemente mejor que lo observado en los dos años previos.
Evolución Fiscal en Principales Provincias en 2014
Con los últimos datos disponibles de 2014 para las principales jurisdicciones (Mendoza y Santa Fe a noviembre; Córdoba, CABA y Buenos Aires a septiembre), se observa que los ingresos tributarios crecieron entre un 32% y un 38% anual ese año, motorizado por la buena performance observada en los ingresos tributarios propios, en donde se destaca el crecimiento de esta variable en la provincia de Santa Fe (58%).
El conjunto de provincias habría cerrado el año 2014 con un déficit financiero de alrededor de $12.000 millones, equivalente a 0,3% del PIB, guarismo este último similar al observado en el año 2013. La necesidad neta de financiamiento, luego de pagar la deuda, resultó de alrededor de $35 mil millones, que se cubrió con recursos de períodos anteriores, nuevo endeudamiento y ayudas especiales del poder central en algunos casos.
Para responder sobre qué puede pasar con las finanzas provinciales en 2015 hay que tener en cuenta previamente algunas cuestiones importantes:
a) Si bien el desequilibrio fiscal en 2014 fue mucho menor en el conjunto de provincias (0,3% del PIB) que en el gobierno nacional (4,4%, sin aportes del BCRA), la situación fiscal de las provincias es financieramente más comprometida por cuanto el gobierno central se financia a través del BCRA mientras los gobiernos subnacionales se vieron obligadas a aumentar la presión tributaria desde la crisis de 2008/2009.
b) La economía viene de una caída en los salarios reales en 2014, tanto públicos como privados, y la inflación desaceleró en los últimos meses de 2014, aunque existe incertidumbre sobre qué puede pasar con los precios en 2015.
c) El año 2015 es electoral, lo que suele deparar una velocidad mayor para el gasto público, especialmente la obra pública. Además, es un año en que a nivel nacional como en muchas provincias muchas autoridades de gobierno no pueden ser reelegidos, lo que podría realzar los comportamientos oportunistas.
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