La esperanza de los productores argentinos solo se fundamenta en alguna merma sobre las estimaciones de la cosecha del país vecino. Mañana el mercado tendrá más claro el panorama una vez publicado el informe del USA.

Los fondos, en tanto, siguen operando sobre la premisa de una oferta sobre abundante.

Por si ello no fuera poco, la devaluación de la moneda brasileña ya se acerca a 25% a lo largo de los últimos meses, con una tasa inflacionaria muy inferior. El negocio agrícola ha mejorado mucho.

Por el contrario, el negocio en la Argentino empeora día a día. La competitividad argentina está en el suelo.

En medio de noticias alarmantes, hay una buena. La demanda principalmente de soja no amaina en el mundo.

Como estamos por ingresar al periodo de cosecha en nuestro país, y ya caminando la trilla en Paraguay, Brasil y Bolivia, no resulta recomendable la comercialización.

Recién para mediados de año, se podría aguardar cierta mejora de valores, siempre y ccuando el dólar afloje su fortaleza en término de las principales monedas.