En un intento de retomar la iniciativa política y mostrarse activa tras la crisis institucional por la sospechosa muerte del fiscal de la AMIA Alberto Nisman, que afectó la imagen de su Gobierno en las encuestas, la presidenta Cristina Kirchner volvió a apuntar ayer contra la Justicia.
"Nadie de otro poder me puede callar", advirtió, al contestarles a sectores del Poder Judicial que en los últimos días le pidieron que no opinara sobre hipótesis referidas a la muerte del fiscal especial de la AMIA.
Lo dijo ante un auditorio cautivo, al anunciar la refinanciación de las deudas provinciales y nuevos aumentos en los haberes jubilatorios. Exhibió la habitual galería de supuestos logros de su gestión y, al borde del llanto, exhortó a no dejar entrar en nuestro país los "conflictos externos" y "toda esa mugre que hay afuera".
Durante un discurso por cadena nacional que duró una hora y dos minutos, con gobernadores, ministros y militantes en los patios de la Casa Rosada, la mandataria no mencionó el caso Nisman. Pero el tema sobrevoló en el último tramo, de fuerte contenido político.
Atacó otra vez, sin nombrarlo a Diego Lagomarsino, ex empleado de Nisman, convertido en el principal blanco del Gobierno. La Presidenta le recriminó un tuit crítico que había escrito hace mucho tiempo, aunque dijo que no le importaba lo que escribían "los mediocres" sobre ella.
La referencia a "no dejar entrar conflictos de afuera" también fue interpretada en la Casa Rosada como una referencia velada a la muerte que más incomoda al Gobierno.
Según su teoría, los Estados Unidos e Israel, y sus servicios de inteligencia, la CIA y el Mossad, presionaron al fiscal para denunciar a la Presidenta y a sus funcionarios por encubrir a Irán en la investigación por el atentado terrorista contra la AMIA en 1994, que dejó 85 muertos.
En esa línea de razonamiento, Nisman fue instigado con información falsa por el ex secretario de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia (SI), Antonio "Jaime" Stiusso, que era controlado por la CIA y el Mossad. Todo sería entonces una manifestación local de una guerra de los Estados Unidos e Israel y el terrorismo islámico. Tal vez, ésta sea la próxima teoría conspirativa que enarbole la Presidenta sobre el crimen de Nisman.
La Presidenta reunió a los 17 gobernadores de las provincias que renovaron ayer las prórrogas de sus deudas, lo que se conoce como la refinanciación trimestral que aplica el Gobierno desde el año último. Tanto ése como el aumento jubilatorio eran dos anuncios automáticos que debía hacer la jefa del Estado, pero la impronta política fue el marco que les dio.
Desde marzo próximo, los haberes jubilatorios aumentarán el 18,26% y el mínimo será de 3821,73 pesos, como se informa en la sección Economía.
"AVERIADA, PERO JAMÁS HUNDIDA"
En un juego de palabras entre la crisis por la muerte de Nisman y su fractura del tobillo izquierdo, que la hizo regresar a la Casa Rosada luego de más de un mes sobre una silla de ruedas que mostró en cada momento, la Presidenta dijo: "Estoy un poco averiada, como la batalla naval, pero jamás hundida".
Les hablaba a sus adversarios, pero la aplaudieron sus militantes.
"Nadie de otro poder le puede decir a la Presidenta que se calle. Tal vez no guste lo que digo. Voy a seguir hablando porque la libertad de expresión es para los 40 millones de argentinos", dijo la mandataria a voz en cuello.
Era una respuesta directa al fiscal de Cámara y vicepresidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (Amfjn), Ricardo Sáenz, que había pedido al Gobierno que dejara trabajar "tranquilas" a la jueza Fabiana Palmaghini y a la fiscal Viviana Fein en la causa Nisman.
En otro tramo, siempre con la Justicia como blanco en su mensaje, Cristina atacó a Lagomarsino, asesor informático de la fiscalía especial del caso AMIA. "Los insultos de los mediocres nunca me importaron ni me importarán jamás", dijo, aunque se ocupó de darle un párrafo importante de su discurso por cadena nacional.
Se refería a un tuit agresivo que escribió el ex empleado de Nisman en el caso AMIA, ahora imputado por prestarle su pistola Bersa calibre 22 con la cual el fiscal apareció muerto. Ese mensaje por la red social, del 8 de mayo de 2013, durante la aprobación de la reforma judicial, decía: "Por ciertos acontecimientos de hoy tengo ganas de decir: Kretina andate a la c... de tu p... madre hija de p...! Amén".
"Fue el día en que dábamos media sanción a las leyes de democratización de la Justicia", dijo la mandataria. "Como digo yo, en la Argentina todo tiene que ver con todo", sugirió. La estrategia del Gobierno es vincular a Lagomarsino con Stiusso, a quienes consideran culpables del crimen de Nisman.
EL TUIT QUE MOLESTÓ
La Presidenta no lo mencionó por su nombre. Pero su alusión a Diego Lagomarsino como "alguien que trabaja en el Poder Judicial" no dejó ningún lugar a dudas, aunque la fecha que señaló no era la correcta: "Voy a recordar un tuit que alguien me dedicó el día 8 de septiembre de 2013. Era el día que dábamos media sanción a las leyes de democratización de la Justicia, y alguien, no importa quién, seguramente lo van a encontrar, me dedicaba un tuit". Es el siguiente.
@lagrancaruso: Por ciertos acontecimientos de hoy tengo ganas de decir: Kretina andate a la concha de tu putisima madre hija de puta! Amén.