2014 fue “llovedor” pero, a diferencia del 2012, las precipitaciones se concentraron en el este de la región. Ramallo alcanzó los 1854 mm de registro pluviométrico anual, mientras que el resto del noreste bonaerense, las localida­des superaban los 1600 mm. El sureste santafesino tuvo acumulados cercanos a los 1500 mm.

Las últimas lluvias (del 26 al 27 de diciembre) dejaron montos que oscilaron entre 10 y 40 mm. Fueron muy dispares pero también muy oportunas para mantener las buenas condiciones de los cultivos. Y no parecen ser las últimas del año ya que se esperan nuevas tormentas para el último día del 2014.

Las excesivas lluvias fueron noticia durante gran parte del año: dejaron caminos intransitables, incrementaron los niveles de napas, produjeron anegamientos prolongados y caída de rindes. En el primer puesto del ran­king está la localidad de Ramallo que recibió el máximo acumulado con 1854 mm. Le siguen Pergamino con 1646 mm, Álvarez con 1585 mm y Santa Teresa con 1567 mm.


Los mapas muestran que las precipitaciones en el año 2014 se concentraron en noreste bonaerense y sur­este santafesino. El 2012 también tuvo acumulados importantes pero tuvieron una distribución más uniforme. Para comprender el impacto que han tenido las lluvias de este año en la altura de las napas de la región es muy útil ver lo que pasó en el 2012 porque la carga hídrica regional no sólo estuvo influida por la situación anual sino por el escenario de los dos años previos.


Ciclo agrícola

Es interesante efectuar el análisis en función del año agrícola (julio-junio). Se podrá apreciar que el mayor acumulado ocurrió en la campaña 2012/13. Justamente, el rinde del maíz copia el gráfico de precipitaciones anuales, mientras que los rindes de trigo y soja se mantienen más estables ante los diferentes valores acumulados de lluvias.