Primer acto: en la última emisión de títulos públicos el gobierno pensaba captar 3000 millones de dólares. Embolsó apenas 286 millones. Segundo acto: el ministro de Economía, Axel Kicillof, vende este evidente fracaso como un éxito. Si bien la pieza teatral tiene toda la apariencia de ser una comedia ligera y frívola es en realidad un drama. Alcanza esta categoría no porque sea difícil responder cómo se enfrentará el calendario de vencimientos de deuda externa del 2015, alrededor de 14.000 millones de dólares, o las necesidades de importación de energía, en un monto equivalente. Ni porque los dólares del agro, en particular del trigo y del maíz, se mantengan insensatamente retenidos por el sistema de cupos de exportación. Ni por la manifiesta y reiterada dificultad del gobierno para reconocer los fracasos. Que en el caso del kirchnerismo es caricaturesca pero que también refleja una gran limitación del resto de la sociedad.
La escena representada por el ministro de Economía es un drama porque la impostura lleva inevitablemente a la mediocridad. "Sólo una persona mediocre está siempre en su mejor momento", observaba el escritor Somerset Maugham. Sin errores no hay curas. Y sin curas o rectificaciones se vive la enfermedad de la mediocridad. El problema es que es sumamente contagiosa. Para detenerla y que durante el 2015 no siga contagiando al agro de conformismo vale comenzar a hablar de algunos fracasos.
De la participación de los productores: ya sean asambleas de protesta,
tractorazos o reuniones en las entidades, lo cierto es que las convocatorias se
encontraron con una respuesta muy fría de los productores. El nivel de apatía
fue muy alto en el 2014. La explicación corriente para esta conducta es que como
nadie cree que el gobierno cambie, se cruzan los brazos y esperan que llegue el
2015.
Del Ministerio de Agricultura. A pesar de ser un ministerio tiene menos
relevancia que la Secretaría de Comercio en cuanto a las disposiciones que
afectan a la producción. Desde su comienzo perdió sistemáticamente a manos de
Guillermo Moreno y hoy con Augusto Costa. Nunca fue protagonista en el diseño de
una política que estimule y expanda por todo el territorio la producción de
alimentos. ¿Qué papel jugará en el próximo gobierno?
De la interacción público-privada. Entre las víctimas que se cobró el
enfrentamiento permanente entre el campo y el gobierno se encuentra sin dudas el
nivel de debate y los problemas que se plantean a futuro. "Tengo que reconocer
públicamente al Secretario que siempre me atendió el teléfono", agradecía
públicamente el presidente de una de las cuatro cadenas en un congreso de
Aapresid de hace unos años. El imposible elogio en un país que funcione
normalmente sirve para entender lo poco que se está pidiendo a la interacción
entre lo público y lo privado.
Obviamente, la lista de fracasos que se ocultan o de los que se habla poco es más larga. Se podría agregar la irrelevancia en que a caído nuestra carne vacuna a nivel mundial o el estancamiento de las cosechas que pierden año a año superficie, tecnología y sustentabilidad.
Lo importante es que cada tanto a los fracasos se los saque a la luz del día como para no acostumbrarse y tomarlos como una situación normal.
RESUMEN
65,5%
siembra de maíz
Durante la última semana avanzó 5,8% la siembra del cereal según la Bolsa de Cereales