Pero cuando el atraso cambiario sucede no es gratuito y el costo se muestra en el menor nivel de actividad económica.

La actividad económica está cayendo, pero todavía no a los niveles que muchas veces nos tiene acostumbrado nuestro país. Ahora bien, ¿Cuán profunda puede ser la recesión que se viene? Como los datos en la Argentina son todos atomizados y el Indec no es un buen reflejo de lo que pasa, buscamos indicadores que nos adelanten el comportamiento.

En muchos países donde el mercado de capitales es importante, muchas veces el mercado con sus caídas anticipa un ciclo recesivo, del mismo modo que con sus auges anticipa las recuperaciones. No es un indicador preciso pero sirve como referencia.

El Merval como predictor

El mercado de capitales en Argentina es del tamaño de un pañuelo. De hecho hay una broma -no tan broma-que el Quini 6 mueve más dinero por día que la compra y venta de acciones. No obstante, dentro de las pocas acciones que hay, se encuentran bancos, compañías energéticas, exportadores, constructoras, etc. que abarcan diversos sectores de la actividad económica.

El valor de las empresas depende, no tanto de su situación actual, sino del valor que tendrá la empresa en el futuro. Una empresa ya no es la suma de los valores de sus activos sino, principalmente, el flujo futuro de ganancias que pueda conseguir. Si se cree que la empresa puede tener grandes ganancias en los próximos años, su precio sube hoy. Si, por el contrario, se espera que las ganancias sean cada vez menores, el valor de la empresa baja hoy.

Es por esto que muchas veces se piensa que las bajas de hoy, son los resultados negativos de mañana y viceversa.

El Merval viene en las últimas semanas cayendo sistemáticamente. La pregunta que surge es si esta caída está vinculada a los mayores controles y persecuciones que pone el Gobierno al mercado de capitales, o bien que las expectativas y los datos económicos son cada vez peores y no dan un panorama de mejorar en los próximos meses como quizás creían muchos de ellos.

Lo más probable es que sea por ambas razones, pero tanta baja ya habla de un cambio de análisis respecto a la economía real de los próximos meses. Esto incluye no solo las noticias de la economía local, sino también los impactos externos.

Cambio de expectativas

En cuanto a las externas, los principales factores vinculados a la economía real son: Por un lado, la baja de los precios de las commodities. No solo la soja y el maíz, lo cual implicará un fuerte impacto en el productor y en las cantidades producidas, sino también la baja en el oro y la plata. Adicionalmente, la caída del precio del petróleo.

Por otro lado, las devaluaciones de todas las monedas latinoamericanas lideradas por el real y el peso chileno que reflejan el fortalecimiento del dólar como moneda internacional. Lo cual implica para la Argentina una pérdida de competitividad muy importante. La baja en el nivel de actividad económica sumado a las devaluaciones de las monedas, es un fuerte golpe a las exportaciones argentinas.

En cuanto a las internas, se destaca el alejamiento de un acuerdo con los holdouts. Las últimas declaraciones del ministro de Economía alejan la posibilidad de un acuerdo y, por lo tanto, se estima que la restricción de divisas continuará, pero no solo eso: el conflicto continuará en incremento y siendo cada vez más complicado de solucionar. El paso del tiempo no es neutro. No es lo mismo que se resuelva en enero, a que sea en mayo o junio.

Los mayores controles y restricciones. Estos mecanismos siempre generan en el corto plazo un parate del mercado hasta entender cómo son las nuevas reglas y aprender cuáles son las nuevas vulnerabilidades. Luego de una mayor represión, necesariamente viene una contra reacción en dirección opuesta.

La mayor conflictividad social. Finalmente, los reclamos de bonos de fin de año y de no aplicar impuestos a las ganancias están generando cada día más movilizaciones y paros. Cada día que pase hasta la Navidad sin una respuesta favorable, irá acrecentando la conflictividad.

Anticipo o corazonada

Entonces la fuerte caída del Merval aparece con bases sólidas para pensar que el 2015 será un año de muy bajas rentabilidades en la economía argentina y que muy pocos problemas estructurales serán solucionados.

La fuerte aceleración de la inflación, la recesión y el default aparecen como las tres marcas que iniciaron en el 2014 y que continuarán en el 2015. De ser así, el Merval solo está anticipando un año más duro del que los analistas esperaban hace algunos meses.

Veremos...