La trilla del trigo avanza a pasos agigantados en el corazón maicero/sojero de la pampa húmeda.
San Francisco, Venado Tuerto, Rosario, Alcorta, Colòn, Pergamino, Rojas entre tantas localidades ven pasar las máquinas con el cereal en sus tolvas.
Se estima un rinde promedio de treinta y cinco quintales por hectárea.
Tras ellas, caminan las sembradoras de la soja de segunda.
La humedad de la tierra permite la siembra por las lluvias que beneficiaron buena parte del área agrícola. La zona privilegiada, hasta ahora, ha sido la franja oeste. Las mayores precipitaciones se registraon se en el sudeste de Córdoba, sur de Santa Fe y noroeste de Buenos Aires, con un promedio cercano a 30 mm entre las dos lluvias ocurridas en los últimos diez días.
Por otra parte, la soja de segunda se encuentra prácticamente sembrada en su totalidad con buenos resultados en su emergencia.
En la zona sojera, las plantas alcanzan una altura –en promedio- próxima a 20 cm.
En el área maicera, el maíz de primera tiene un excelente desarrollo. Su altura es de alrededor de cincuenta centímetros.
Pero la superficie es menor a la pensada. Y no se prevé que la destinada a maíz tardío logre compensar la caída.
La política de los ROEs es implacable. La baja en la producción de cereales sigue su curso y nadie logra entender quién sale beenficiado con ella. Sólo se puede entender a la luz de la especulación contraria a los intereses del país.
El mercado hoy a nivel internacional tuvo una jornada positiva. En el mercado de Chicago, todos los futuros ajustaron con subas.
En cuento al mercado doméstico los precios se mantuvieron sostenidos para la soja. Por la soja inmediata, las fábricas operaron sobre un nivel de $ 2.450.
Por maíz, los precios giraron en torno a $ 1.000,entrega disponible y u$s 135, descarga en marzo 2015.
Ante el avance de la trilla, el trigo quedó como la cenicienta. La molinería ofreció $ 850, entrega inmediata.