La suba de las commodities, el logro de una notable (y pícara) recaudación tributaria y la acumulación de éxitos en el rastrillaje de dólares, hacen presumir que la nueva pax cambiaria de la nueva Makro, se irá trasladando, como pesada mochila, al nuevo gobierno. Eso, si el oficialismo resiste políticamente la reapertura del canje y el “cambio de banderas”, cuando expire la RUFO, si es que llegamos al 1º de enero “sin sangre”.
Soros versus Singer
El Fondo Quantum, de George Soros, es uno de los que reclaman a The Bank of New York Mellon, que se libere el pago de los discount, bloqueado el 30 de junio por Griesa, a favor de los bonistas europeos. Le advierten al banco que, bajo la ley inglesa, no está exento de responsabilidad.
El Juez británico que recibió la demanda, señaló que los bonos están gobernados bajo la ley local. En los últimos días de la semana pasada, nos enteramos de que el Magistrado pospuso la decisión de efectuar el reclamo, hasta escuchar a algunos de los hold-outs perjudicados en el caso Nueva York. El monto en títulos bajo ley europea, en poder de los Fondos que quieren cobrar, es de MU$S 1.600.
Por su parte, también se supo que, además de la hiperactividad de los abogados buitres en base a la sentencia del “Discovery”, el Juez Griesa puso en movimiento al Special Master; para que reúna nuevas causas contra La Argentina, en base al cumplimiento del pari passu, que el país no logró desactivar. Diversas fuentes periodísticas mencionan que ya se habrían agregado demandas por un total de MU$S 6.500, lo que obligaría, una vez vencida la RUFO, a un inevitable “nuevo” Canje, ahora en condiciones mucho más favorables para los hold-outs, -si uno las compara con lo que hubiera ocurrido si la Presidenta Kirchner hubiera aceptado la “solución privada” del 30 de junio, es decir la “compra de la quiebra” por voluntarios de origen local-.
La gran actividad legislativa desplegada por el oficialismo, que todavía dispone de mayoría en ambas Cámaras, se concentra en cambios estructurales, que involucran miles de millones de dólares, y en el armado de la protección judicial, para cuando haya que abrir la Ley Cerrojo (mejorar las condiciones) y para el caso de un eventual triunfo de la oposición, en las elecciones de 2015. Por su parte, la oposición poco y nada puede hacer, en su ombliguismo, para evitar la sanción de las leyes por el Congreso. Espera una ofensiva -que perjudicaría a los candidatos oficiales-, a partir del momento en que haya que arriar la bandera de “patria o buitres”.
La discusión se centra en si el fuego cruzado, entre los que entraron al canje y los buitres, exacerbará o atenuará el “estilo” de las futuras jugadas políticas y judiciales que efectuará el oficialismo, si es que logra pasar con éxito (“sin sangre”) los 50 días que faltan para que expire la RUFO.
La Pax Makro
Varias noticias le facilitaron al Gobierno, y especialmente al Banco Central, que el Dólar blue desapareciera de los titulares de los diarios, excepto aquellos especializados, que comentan su contundente declinación. Ya analizamos en el Panorama anterior, que la “perinola verde” era K y que, por ende, en los últimos días venía “tomando todo”. Veamos detalles de la nueva Pax Makro:
1) Se conoció un excelente (muy pícaro) resultado de Recaudación tributaria para octubre de 2014, con una suba interanual del 40,8%, que redunda en transferencias a la Administración Nacional por 44,3% adicional y a las provincias (incluyendo sólo las automáticas) por 41,3%. El subtotal de Aduana aumentó 40,1% y el de DGI 45,1%, impulsados por Derechos de Exportación, en el primer caso (86,5%) y Ganancias e Internos, en el segundo (63,4 y 46,9%). Se recaudó un 6% más que en setiembre. En lo que va del año, los recursos tributarios aumentaron 35,3%. Incluso, mejoró 4,3% mensual la recaudación por Seguridad Social, que venía flaqueando y que, en lo que va del año, alcanza al 27,2%, una cifra bastante parecida a lo que -particularmente en esta columna-, se estima que fue el crecimiento de la inflación, “bien medida”, así como de los salarios nominales del sector formal, en el último año (no hay que olvidar las nuevas “plantas permanentes” en los tres Poderes). Quiere decir que los 8 puntos de diferencia en el crecimiento (35,3 y 27,2%), se fundan principalmente en Aduana (recauda al comercio exterior y también retiene por IVA y Ganancias) y el mantenimiento de los mínimos no imponibles de Ganancias a los trabajadores, así como la impactante suba, muy por encima de la inflación, que se autorizara para los combustibles. En síntesis, el Gobierno “sabe lo que hace” en materia de presión tributaria. Está consiguiendo resultados inesperadamente buenos, para una economía en evidente recesión. Los tres principales instrumentos fueron: - forzar la liquidación de la cosecha, pese a los menores precios; -no actualizar los mínimos de Ganancias y -favorecer a YPF, con exorbitantes subas de precios (con los cigarrillos, para los Impuestos Internos, pasa algo similar). Van a lo seguro.
2) El complejo cerealero – aceitero, declaró MU$S 611, en la última semana de octubre, una cifra 174% superior a la de 5 semanas antes (o sea, cuando todavía los precios de las commodities estaban pasando por su breve agonía). El acumulado de declaraciones al 31 de octubre, es apenas un 2,2% inferior al de similar período de 2013 (aún con menores valores unitarios). En octubre, las declaraciones superaron los MU$S 1.861, aproximadamente un tercio de lo “comprometido”, para el trimestre, con las autoridades de Economía.
3) Luego de la breve agonía de los precios de las commodities, en el último mes se produjo un importante repunte, que favoreció lo comentado en el acápite anterior. Puede decirse que el peor momento, en los precios al productor, se dio entre el 1 y el 3 de octubre pasados. Desde entonces, la soja disponible subió 12,5% y el valor futuro a cosecha 9,8%. Para el maíz, los aumentos son del 20,8 y del 12,7%, respectivamente, mientras que para el trigo alcanzaron el 5,1 y e. 3,7%. Sin dudas esto ayuda al aumento mencionado: del 86,5% interanual y del 49,9% en 10 meses, en los ingresos por Derechos de Exportación.
4) La política del Central en materia de control de la cantidad de dinero y de absorción de liquidez excedente, no difiere demasiado de la efectuada en la era Frábega. Quiere decir que la Pax cambiaria de la nueva Makro tiene, salvo los gendarmes, escasas innovaciones.
Veamos algunos detalles:
a) Las licitaciones de LEBAC y NOBAC pagan aproximadamente las mismas tasas que a fines de setiembre y, por lo general, absorben todo lo que ofrecen los bancos. No hay demasiadas modificaciones. Hace un año, la deuda del Banco Central por estos instrumentos, representaba el 35,8% de la Base Monetaria y hoy representa el 59,8%, por lo que se acerca peligrosamente al exceso “razonable”, si es que ya no lo ha superado. La deuda cuesta; la emisión es gratarola.
b) Una diferencia importante es que, luego de las habituales expansiones para pagar sueldos en la última semana del mes, durante la gestión anterior, el Tesoro le devolvía al BCRA (una parte), a medida que entraba la recaudación. Esto ha dejado de ocurrir, por lo que la expansión de Base para el Tesoro, en 30 días (al 31 de octubre), fue de M$ 21.984. ¡Una barbaridad!. Como se dijo, se absorbió buena parte vía LEBAC, pero también empleando pases contractivos por casi M$ 13.000, que redujeron la liquidez prestable de los bancos. Con lo cual, salta a la vista que seguimos con una economía ilíquida, con escasas chances de alimentar la timba cambiaria. Así, en lo que va de 2014, el circulante creció 5%; el M1 5,8% (ambas variables reflejan liquidez “de bolsillo”), en tanto que el M3 ampliado lo hizo un 15,1%. Como se ve, valores sustantivamente menores a los aumentos nominales de salarios y a cualquier medida de inflación, a elección entre todas las disponibles.
c) Haciendo un balance de 10 meses de política del Banco Central, se nota que la expansión neta de Base fue mínima, e incluso inferior a la emisión para comprar divisas (M$ 30.240 versus 38.955). Por su parte, la absorción por Títulos (M$ 91.169) más la contracción de pases (M$ 13.080), supera ampliamente a la expansión para el sector público (M$ 97.950). Como los bancos “atienden al Estado”, el circulante en poder del público subió apenas M$ 14.289, es decir, nada. Por eso, la economía sigue careciendo de crédito privado, lo que se comprueba con la suba, en el mismo lapso, de apenas 12,9% en los préstamos al sector privado, una cifra claramente inferior al aumento del 21% en los depósitos del sector privado en el sistema financiero. Los privados “miran”, y padecen la más clara de las re-flaciones, mientras los bancos se dedican a asistir al “ogro filantrópico”.
d) Como “no se puede tirar tanto de la cuerda”, al Gobierno le conviene sustituir la ya insostenible deuda del Central con los bancos, por deuda del Tesoro, por lo cual veremos, el próximo jueves, la segunda licitación de BONAD 2018, Dollar – linqued, a 40 meses y a una tasa anual del 2,4%, que serán suscriptos y pagados en pesos, al Tipo de Cambio oficial. El “chiste de propina” es que, capital e intereses se cancelan completamente al vencimiento. El primer tramo será de MU$S 500. El Gobierno está “muy entusiasmado” por el resultado de la licitación de MU$S 983 del BONAD 2016, con tasa del 1,75% anual, comprados a la par, durante el mes de octubre. Los bancos públicos y la ANSES, prefieren este tipo de papeles, por razones obvias. Suponemos que el Ministerio de Economía y el BCRA también festejarán la suscripción plena, así como la carga en la mochila del próximo gobierno. Con lo cual, avanzan otro pasito más, en la Pax cambiaria de la nueva Makro.
Síntesis
Siguen las escaramuzas por la cuestión buitre, ahora con peleas entre Soros y Singer, mientras se acumulan causas y Pollack se muestra hiperactivo. La suba de las commodities, el logro de una notable recaudación tributaria y la acumulación de éxitos en el rastrillaje de dólares, hacen presumir que la nueva pax cambiaria de la nueva Makro, se irá trasladando, como pesada mochila, al nuevo gobierno. Eso, el oficialismo resiste políticamente la reapertura del canje y el “cambio de banderas”, cuando expire la RUFO, si es que llegamos al 1º de enero “sin sangre”.
Por Lic. Jorge Ingaramo
Fuente: Años de Campo