Los u$s 1.500 millones extra que ingresarán al país las cerealeras antes de fin de año no se liquidarán en el mercado cambiario sino que entrarán, más que nada, como depósitos privados que engrosarán las reservas brutas del Banco Central (BCRA). Ese monto, resultado del entendimiento entre las empresas y el ministro de Economía, Axel Kicilloff, se sumará a los u$s 4.200 millones de exportaciones que el sector ya estimaba liquidar en el período.
La semana pasada la Cámara de la Industria Aceitera-Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) y el Ministerio de Economía anunciaron un entendimiento para aumentar en u$s 1.500 millones la liquidación de divisas del agro en el último trimestre del año. Ya desde su anuncio el acuerdo quedó atado a sutilezas semánticas (la cámara habla de una "estimación" de ingreso de divisas, mientras que el Ministerio sostiene que el sector "comprometió" ese flujo) y, a medida que los detalles de las negociaciones salen a la luz, esas sutilezas se vuelven más relevantes.
Según fuentes allegadas a las negociaciones, las firmas nucleadas en Ciara-CEC estiman que la liquidación de divisas en todo el tercer trimestre será de $ 4.200 millones. Esa cifra no varió ni un centavo de lo que preveían antes del inicio de las negociaciones con Kicilloff y su concreción depende de que la soja que los productores tienen en sus silobolsas finalmente les sea vendida. Eso por un lado.
Los u$s 1.500 millones adicionales que consiguió Kicilloff van por otro carril. Y acá vuelve a tener peso la semántica: no es lo mismo "ingresar" que "liquidar". Mientras que las liquidaciones serán exportaciones tradicionales y las divisas que surjan de ellas serán vendidas en el mercado único y libre de cambios, el aporte adicional no necesariamente agregará oferta al sediento mercado cambiario.
Lo que harán las cerealeras será conseguir adelantos de prefinanciaciones de exportaciones de parte de sus bancos corresponsales en el exterior o de sus casas matrices, a modo de adelanto de ventas esperadas de la cosecha 2015. Una vez conseguido ese financiamiento, muchas de estas negociaciones todavía están en marcha, las empresas tendrán dos opciones: liquidar las divisas y suscribir una letra en dólares como las que creó en diciembre pasado el BCRA, o bien hacer un depósito en dólares "a la vista" en una entidad financiera local, a la espera de que en algún momento de aquí al año próximo se concrete la venta.
Fuentes del sector señalaron a El Cronista que la letra en dólares no será ignorada, pero su uso será minoritario: la mayoría usará depósitos.
La colocación en bancos locales de esos dólares va a servir para aumentar el nivel de reservas, ya que los saldos no prestados de los depósitos en moneda extranjeras deben ser encajados por los bancos en el BCRA, es decir, son parte de las reservas.
"Aumentarías las reservas brutas pero no las netas, porque son encajes de los que técnicamente no tenés la misma libertad de uso. Es financiamiento de corto plazo para llegar a diciembre", dijo Martín Polo, economista de Analytica.
Durante la semana pasada, según datos de Ciara-CEC, el sector liquidó u$s 375 millones, unos u$s 75 millones diarios que superan en sólo u$s 9 millones por día lo que se liquidó la semana previa, antes del acuerdo con Economía. El leve aumento generó dudas respecto a la posibilidad de que lo acordado se cumpla, pero no es ese el único canal por el que entrarán los dólares.
Más allá del repunte de cada fin de año por la salida de la cosecha fina. La liquidación propiamente dicha sumará, si las previsiones se cumplen, u$s 4.200 millones.
Voceros del Ministerio de Economía prefirieron no hacer comentarios.