La caída del área a sembrarse con maíz, que según algunas estimaciones será de entre 15% y 20%, se traducirá en una menor generación de divisas para el país y en una disminución de la recaudación impositiva, aseguró Maizar, entidad que reúne a los actores que participan de la producción y venta del cereal.
En un comunicado, la entidad destacó que el maíz y su cadena de valor "constituyen un pilar fundamental para el desarrollo de Argentina por su contribución positiva sobre la actividad económica". Tienen un impacto significativo en la generación de divisas, de empleo, en los ingresos fiscales y en la sostenibilidad del sistema productivo. De ahí que la única manera de aumentar el aporte de la cadena del maíz a la sociedad es a través de la generación de riqueza a partir del incremento de la producción de materias primas y sus subproductos.
La concreción de tales objetivos "es una tarea que requiere de un Estado que actúe como motor de las iniciativas privadas, con políticas que incentiven la producción" y "paradójicamente", indicó, al contexto externo desfavorable para el cultivo de maíz se le agregan políticas públicas que generan "un fuerte desaliento a la producción. Esto se traducirá en un menor ingreso de las divisas que el país tanto demanda y en una disminución de la recaudación impositiva".
Cuando el Gobierno acaba de anunciar una liberación parcial de las ventas, Maizar aseguró que "es imperioso eliminar todas las trabas a la comercialización y los gravámenes a las exportaciones de maíz. También es necesario delinear mecanismos de financiamiento a tasas accesibles para productores y empresas". En el mediano plazo es "fundamental" trabajar sobre el transporte y la logística del cultivo con el objetivo de disminuir los costos internos y promover el maíz en zonas marginales, agregó.
Estimaciones
La Bolsa de Comercio de Rosario, publicó recientemente una nueva estimación de producción, en la que proyectó una superficie de intención de siembra de soja 2014/15 en un rango de 20,6 a 20,9 millones de hectáreas, mientras la de maíz está estimada en 3,7 millones de has. Con este escenario, en la hipótesis de máxima, "ambos quedarían por debajo de 24,5 millones hectáreas. El año pasado, a esta misma altura, se esperaba cubrir 25 millones de hectáreas.
Desde la entidad señalaron que las labores de implantación de maíz comenzaron con excelentes reservas en el suelo en setiembre. Con el patrón de lluvias de la primera quincena de octubre, el ritmo de implantación se vio favorecido. El avance de las labores de siembra cubre 820 mil hectáreas, 22% de una intención de 3,7 millones de hectáreas.
Aunque los márgenes siguen retrocediendo, por ahora se mantiene la estimación de una caída de área del 16% respecto del año anterior ante la posible compensación con siembras tardías en diciembre. No descartó, sin embargo, una caída de área mayor al porcentaje mencionado de no variar los rindes de indiferencia en determinadas zonas.