Según el relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), ayer los productores vendieron un 275% más de soja que el martes, dado que el volumen comercializado pasó de 40.000 a 150.000 toneladas. Este súbito impulso vendedor fue consecuencia de la mejora de los precios de la oleaginosa y de la influencia psicológica que determinadas marcas ejercen sobre los tenedores de la mercadería.
En efecto, ayer la primera propuesta de las fábricas fue de $ 2370 por tonelada de soja para las terminales ubicadas en la zona de Rosario, $ 50 por encima de la oferta inicial del martes. Sin embargo, poco tiempo después, y en coincidencia con el momento alcista de Chicago, los compradores elevaron el precio hasta los 2400 pesos, sobre todo por lotes intermedios y grandes.
Esa última propuesta, considerada un "límite psicológico" por los operadores, a partir del cual naturalmente aparece un importante volumen de órdenes de venta, fue la que "destrabó" la persistente falta de acuerdo entre las partes. Como antecedente inmediato de un valor que "dispara" ventas, vale lo ocurrido el 14 del actual, cuando al tocar la marca de los $ 2300 por tonelada se comercializaron 100.000 toneladas de la oleaginosa.
Ayer, muchos productores tomaron la decisión de vender ante el recuerdo fresco del 3 del actual, cuando el precio de la soja tocó un piso de $ 2120. Ahora, el mejor valor propuesto durante la rueda quedó un 13,7% arriba de aquel registro padecido sólo tres semanas atrás.
En cuanto a la soja de la próxima cosecha, con entrega entre abril y mayo en Rosario, la demanda ofreció hasta US$ 245 por tonelada, sin variantes respecto de anteayer.
Las pizarras del Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones noviembre y mayo de la soja sumaron US$ 1,70 y 0,90, mientras que sus ajustes resultaron de 281,50 y de 246,70 dólares por tonelada.
En la Bolsa de Chicago ayer se vivió una jornada volátil para los precios de la soja, con los fondos de inversión en el centro de la escena. Luego de que la oleaginosa tocó subas próximas a los 5 dólares por tonelada, los especuladores optaron por retirar ganancias en el último tramo de la jornada comercial. Esta acción no sólo diluyó las subas, sino que colocó las cotizaciones en terreno negativo. Así, al momento de fijar los ajustes, las pizarras reflejaron bajas de US$ 3,31 y de 4,04 para los contratos noviembre y enero, cuyos valores fueron de 353,75 y de 353,02 dólares.
El tramo alcista de la rueda tuvo como principal fundamento la venta de 552.000 toneladas de soja estadounidense, de las cuales 419.000 toneladas tuvieron como comprador a importadores chinos.
La preocupación por el atraso de la siembra de soja en Brasil disminuyó sólo parcialmente ayer, debido a que se registraron algunas precipitaciones en las zonas productoras brasileñas y a que se prevén nuevas precipitaciones desde el domingo.
MAÍZ Y TRIGO
En el mercado doméstico de maíz, los exportadores mantuvieron sin cambios sus ofertas por el cereal disponible, dado que pagaron $ 1050 por tonelada para Bahía Blanca y $ 950 para San Martín. En la terminal santafecina propusieron hasta $ 1000 por mercadería con entrega entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre.
Por maíz de la próxima cosecha, con entrega entre marzo y abril, los compradores volvieron a ofrecer entre 120 y 125 dólares por tonelada.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) informó que los consumos pagaron de 900 a 1050 pesos por tonelada de maíz, según calidad, condición, procedencia y forma de pago. En el Matba, las posiciones diciembre y abril bajaron US$ 0,60 y 0,30, en tanto que sus ajustes fueron de 123,40 y de 129,20 dólares por tonelada.
Ayer, el Ministerio de Economía de la Nación comunicó la apertura de un cupo adicional de 500.000 toneladas de maíz 2013/2014 para su exportación, que se sumó a los 16 millones de toneladas ya habilitados. Ahora, los exportadores podrán despachar 16.500.000 toneladas, un volumen que todavía resulta inferior a los 17.150.000 toneladas que estos operadores ya adquirieron. Fuentes del sector comercial no descartan que la semana próxima se confirme un nuevo cupo. El hecho de que los exportadores ya tengan la mercadería comprada hará que la medida no tenga impacto sobre los precios.
En Chicago, los contratos diciembre y marzo del maíz perdieron US$ 1,18 y 0,98, mientras que sus ajustes resultaron de 138,97 y de 144,48 dólares por tonelada. Al igual que en el caso de la soja, las ventas de los fondos de inversión revirtieron la tónica alcista inicial y provocaron las bajas.
Acerca del trigo, la BCBA indicó que los molinos pagaron entre 1200 y 1350 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago. Los exportadores, en tanto, mantuvieron sin cambio su propuesta de $ 1100 por cereal disponible en San Martín.
El trigo de la próxima cosecha se negoció a US$ 150 por tonelada en Bahía Blanca, sin cambios, y a US$ 140 en San Martín, con una baja de US$ 5. En esa misma terminal la demanda pagó US$ 150 por trigo con ph 78 y 10,5% de proteína. En el Matba, la posición enero trepó US$ 5,30 y cerró con un ajuste de US$ 158,50.
Además del cupo de maíz, Economía habilitó ayer un saldo exportable adicional de 400.000 toneladas de trigo 2013/2014, que se sumó al volumen ya aprobado, de 1,5 mill./t. Según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación, los exportadores ya tienen adquiridos 2.495.500 toneladas.
En EE.UU. los farmers también retienen granos
CHICAGO (Reuters).- Las cosechas récord de soja y de maíz, y el consiguiente desplome de los precios, tienen a los agricultores estadounidenses aferrados a sus granos. Tras años de ingresos elevados, los agricultores tienen recursos para guardar la mercadería en lugar de venderla en un mercado bajista, combinado -para mal de los productores- con tarifas de transporte que alcanzaron niveles máximos históricos.
En muchos casos, los agricultores están tratando los granos cosechados con los agroquímicos necesarios para proteger la mercadería de las plagas durante 18 meses. "Tratamos los silos antes de introducir un solo grano", dijo Kent Moore, un farmer de Iuka, Kansas. Otros incluso optan por dejar el grano en los campos durante el invierno para evitar el costo de almacenaje.
"Los últimos años no hemos guardado mucho cereal", reconoció Mike Brzon, que cosecha maíz, soja y trigo en su granja en Courtland, Kansas. "Este año puede que estemos en una situación un poco diferente", agregó, en referencia a la decisión de postergar las ventas.