En medio de un hermetismo tan grande como la necesidad de dólares que tiene el Gobierno, el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, continuaron negociando ayer con los exportadores agrícolas una suerte de salvataje que permita atravesar sin sobresaltos cambiarios los meses que restan hasta fin de año y hasta un eventual acuerdo con los “fondos buitre” en el primer trimestre de 2015, que le permita a la Argentina regresar al mercado de capitales.
Anoche, al término de una nueva reunión entre los funcionarios y miembros de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), los privados se cuidaron mucho de que haya filtraciones sobre la negociación. Se sabe sí que el sector tiene previsto liquidar unos 4.500 millones de dólares ante las ventanillas del Banco Central, pero que el Gobierno les reclama unos 6.000 millones. La negociación por esos 1.500 millones que faltan ya lleva más de dos semanas y todavía no está cerrada.
Una versión indicaba anoche que ayer ( y en otras reuniones que habrían sucedido el viernes), se analizó la posibilidad de que el Estado emita un bono para obtener esos 1.500 millones de dólares adicionales de las grandes exportadoras. Vanoli y Kicillof analizan la propuesta a las exportadoras de granos en el despacho del ministro.
Son los millones de toneladas de granos del ciclo 2013/14, que concluyó a mitad de año, que ingresaron al circuito comercial. En los cinco años precedentes, a esta altura de la campaña ya se habían concretado ventas por más de 70 millones. Los productores conservan en su poder cerca de 30% de la cosecha.