La soja se negoció en alza ayer en la Bolsa de Chicago, producto de la falta de humedad necesaria en las principales zonas agrícolas de Brasil, donde la siembra de la oleaginosa apenas supera el 10% del área prevista, el nivel más bajo desde el ciclo 2008/2009, según advirtió la consultora brasileña AgRural. Esta incertidumbre climática ya llevó a algunos estimadores a recortar sus previsiones para la cosecha 2014/2015 en el segundo mayor productor global del grano grueso.
Con la activa participación de los fondos de inversión, que adquirieron unos 8000 contratos equivalentes a poco más de un millón de toneladas, las posiciones noviembre y enero de la soja en la plaza estadounidense sumaron ayer US$ 7,34 y 7,17, mientras que sus ajustes resultaron de 354,30 y de 357,06 dólares por tonelada.
La publicación alemana Oil World, especializada en el mercado de semillas oleaginosas, redujo ayer en 3 millones de toneladas su proyección sobre la cosecha brasileña de soja, hasta los 89 millones de toneladas, como consecuencia del período sin lluvias y con temperaturas elevadas que mantiene demorada la siembra en los estados de Mato Grosso y de Paraná, los dos mayores productores de la oleaginosa en Brasil.
En el mismo sentido, el especialista estadounidense Michael Cordonnier redujo de 95 a 94 millones de toneladas su cálculo sobre la producción brasileña de soja.
Ayer, la consultora en climatología brasileña Somar, indicó que en las últimas horas zonas muy puntuales de Mato Grosso recibieron unos 7 milímetros de lluvias, "las primeras en lo que va del mes", que les posibilitaron a los productores retomar la siembra. Y añadió que nuevas precipitaciones caerían entre el 26 y el 30 del actual sobre el centro de Brasil, aunque éstas serían "irregulares" en cuanto a distribución y a cobertura.
Entre los productores brasileños no sólo preocupa el atraso en las labores de siembra, sino también la posibilidad cada vez más cierta de que deban resembrar muchos campos que fueron trabajados en septiembre y en los que las semillas quedaron expuestas a la falta de humedad y a las altas temperaturas durante un período demasiado prolongado.
Así, con la cosecha de soja estadounidense a buen ritmo, las complicaciones en el inicio de la campaña brasileña les posibilita a los especuladores elucubrar con potenciales pérdidas productivas y sumar a los precios de la oleaginosa una "prima de riesgo climático" que fue casi inexistente desde el arranque de la implantación en los Estados Unidos, donde el tiempo jugó definitivamente a favor de los cultivos y en contra de las cotizaciones.
En el mercado doméstico, las fábricas comenzaron la jornada con una propuesta de $ 2320 por tonelada de soja disponible para las terminales ubicadas en las costas del Paraná, $ 70 más que anteayer. Sin embargo, ese valor se elevó hasta los $ 2350 en operaciones por determinados volúmenes consensuados entre las partes. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó negocios por unas 40.000 toneladas de soja.
La soja nueva se cotizó entre 242 y 245 dólares por tonelada en la zona de Rosario, por encima de los US$ 238 propuestos anteayer.
Para Bahía Blanca y Necochea, los exportadores ofrecieron 2230 y 2140 pesos por tonelada de soja, 50 y 40 pesos por encima de los valores vigentes en la rueda anterior.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones noviembre y mayo de la soja sumaron US$ 4,90 y 4,80, mientras que sus ajustes fueron de 279,80 y de 245,80 dólares por tonelada.
Acerca del maíz, el fundamento alcista excluyente en Chicago fue ayer el atraso de la cosecha estadounidense, que apenas avanzó sobre el 31% del área apta, contra una expectativa de los operadores, que oscilaba del 34 al 37%. Los contratos diciembre y marzo sumaron US$ 3,05 y terminaron la jornada con valores de 140,15 y de 145,46 dólares. Los fondos de inversión impulsaron las ganancias al comprar unos 9000 contratos, equivalentes a poco más de 1,14 millones de toneladas.
En la plaza local, los exportadores volvieron a pagar $ 1050 por tonelada disponible de maíz en Bahía Blanca y $ 950 en la zona de Rosario. El cereal de la próxima cosecha, con entrega entre marzo y mayo, se cotizó entre 120 y 125 dólares.
Los consumos ofrecieron de 900 a 1050 pesos por tonelada de maíz, según calidad, condición, procedencia y forma de pago. En el Matba, las posiciones diciembre y abril subieron US$ 1 y 2,50, en tanto que sus ajustes fueron de 124 y de 129,50 dólares.
Respecto del trigo argentino, la demanda pagó $ 1100 por cereal disponible en San Martín, en tanto que los molinos ofrecieron de $ 1200 a 1350. El trigo nuevo se cotizó a US$ 150 en Bahía Blanca y a US$ 145 en la zona de Rosario, sin cambios.