La fuerte caída del valor global de la soja fue provocada hasta el momento por la previsión de una cosecha inédita en los Estados Unidos. Sin embargo, la tendencia negativa podría tener continuidad si los otros dos grandes proveedores globales de la oleaginosa, Brasil y la Argentina, también apuntan a obtener cosechas récord en la campaña 2014/2015.
Y ése parece ser el camino en Brasil. Ayer, el ministro de Agricultura brasileño, Neri Geller, dijo que la nueva campaña de soja, que se encuentra en la etapa de siembra, "tiene el potencial para rendir un récord de 90 a 96 millones de toneladas", por encima de los 86,12 millones obtenidos en el ciclo 2013/2014.
En un contacto con la prensa tras una reunión con la Asociación Brasileña de la Industria de Máquinas y Equipamientos, el funcionario se mostró optimista por las lluvias que han favorecido la buena implantación del cultivo en el centro-oeste de Brasil. En otro orden, Geller confirmó ayer que el Gobierno comprará entre 1 y 1,5 millones de toneladas de maíz y entre 400.000 y 600.000 toneladas de trigo para fortalecer las existencias estatales.
En línea con la previsión oficial, la Asociación Brasileña de Industrias de Aceites Vegetales estimó ayer la producción de soja 2014/2015 en 91 millones de toneladas y proyectó las ventas externas de poroto de soja en 48 millones, por encima de los 45 millones exportados en la campaña 2013/2014.
El secretario general de la entidad industrial, Fábio Trigueirinho, reconoció a la agencia Reuters que la estimación de cosecha es "conservadora" en comparación con otras proyecciones difundidas en los últimos días. "En 30 millones de hectáreas pensamos que algún problema puntual puede surgir", dijo el ejecutivo, y añadió que el rinde esperado es de 31 quintales por hectárea.
Las estimaciones a las que se refirió Trigueirinho fueron la de FC Stone y la de Lanworth, de 93 y de 98,1 mill./t, respectivamente. Por su parte, el Departamento de Agricultura de EE.UU. calculó la próxima cosecha brasileña en 94 millones.