Desde hace más de tres meses la pregunta dejó de ser si la soja bajó o subió en la Bolsa de Chicago, sino cuánto perdió. La tendencia bajista tiene fundamentos sólidos y nadie se atreve a marcarle un final, menos en momentos en que los monitores de las cosechadores revelan rindes insospechados, que potencian la posibilidad de que EE.UU. alcance un volumen inédito en su historia agrícola, superior a los 106 millones de toneladas.
Ayer, las pizarras del mercado estadounidense mostraron quitas de US$ 5,14 y de 5,05 sobre los contratos noviembre y enero de la soja, cuyos ajustes resultaron de 339,06 y de 342,27 dólares por tonelada. Con esta nueva caída, el valor de la oleaginosa acumuló una pérdida del 39,24% desde el 22 de mayo pasado, cuando se negoció a 558,06 dólares. Aquel fue el punto de partida de la actual tendencia bajista, no sólo de la soja, sino también del maíz.
Al avance de la cosecha se sumó como fundamento bajista la firmeza del dólar frente al euro y a otras monedas relevantes en el intercambio comercial global. Ayer, la relación entre la divisa de EE.UU. y la de la Unión Europea pasó de 1,2780 a 1,2746 y dejó a la moneda europea en el nivel más bajo en 2 años. Esta situación les resta competitividad a las materias primas estadounidenses, dado que las encarece para los potenciales compradores.
Quienes tuvieron un papel destacado en la caída de las cotizaciones fueron -aún lo seguirán siendo- los fondos de inversión especuladores, que en ningún momento de lo que va del ciclo 2014/2015 tuvieron espacio para "apostar" a perdidas productivas. El ciclo fue claramente bajista desde su inicio, gracias a un clima que se presentó ideal para el desarrollo de los cultivos estadounidenses. Sólo en las últimas seis ruedas, estos grandes operadores liquidaron 27.000 contratos de soja, equivalentes a poco más de 3,67 millones de toneladas.
Otro factor que ayer influyó en el retroceso de los precios de la soja fue la posibilidad de que Brasil también se encamine hacia una cosecha récord en el nuevo ciclo agrícola que ya se inició con la siembra (como se amplía por separado).
En el mercado local, la necesidad de las fábricas fue más fuerte que la tendencia bajista externa, por lo que los precios se mantuvieron mayormente estables. En efecto, por tonelada de soja disponible los compradores ofertaron $ 2200 para las terminales de San Martín, Ricardone, Villa Gobernador Gálvez, General Lagos y de Timbúes. Con el transcurrir de las horas, la propuesta inicial se elevó hasta los $ 2220 e incluso por lotes importantes se habrían acordado operaciones en torno de los 2250 pesos.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), la posición noviembre de la soja bajó US$ 0,10 y cerró con un ajuste de 266,90 dólares por tonelada, mientras que el contrato mayo se mantuvo estable, con un valor de 236,50 dólares.
Cereales, lejos del ideal
Con los mismos fundamentos negativos que la soja, el maíz estadounidense se cotizó en baja ayer en la Bolsa de Chicago, donde las posiciones diciembre y marzo cerraron con ajustes de US$ 128,34 y de 133,46 por tonelada y pérdidas de 1,38 y de 1,28 dólares. El grano grueso acumuló una caída del 31,62% desde los 187,69 dólares vigentes el 22 de mayo pasado.
Por maíz argentino los exportadores ofrecieron ayer $ 960 por tonelada disponible para Necochea; $ 930 para Bahía Blanca, y $ 850 para la zona de Rosario, sin cambios. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó que los consumos pagaron $ 900 por tonelada de cereal seco para Baradero y $ 830 para Chacabuco.
El maíz de la próxima cosecha, con entrega en marzo sobre San Martín y sobre General Lagos, se cotizó a US$ 113 por tonelada, con una quita de 2 dólares. No obstante, frente al rechazo de los vendedores, la propuesta habría subido hasta los 115 dólares. En el Matba, las posiciones diciembre y abril retrocedieron US$ 1,10 y 0,50, mientras que sus ajustes fueron de 108,10 y de 116 dólares.
Acerca del trigo, el contrato diciembre en Chicago bajó US$ 2,29 y terminó la rueda con un valor de US$ 174,17. En Kansas, la misma posición se mantuvo estable, en US$ 207,33. Para el grano fino los fundamentos bajistas son el avance de la recolección estadounidense de primavera; las abundantes cosechas europeas, y la pérdida de competitividad de la mercadería estadounidense en el mercado de exportación.
En el nivel local, los molinos pagaron entre 1250 y 1550 pesos por tonelada de trigo. Por trigo nuevo la exportación volvió a ofrecer US$ 145 en Rosario y en Bahía Blanca.
Trigo: pérdidas en Buenos Aires
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó ayer que sobre el núcleo triguero ubicado en el sudeste bonaerense se relevaron 60.000 hectáreas perdidas por anegamiento. "A esta superficie se añadirán pérdidas sobre la región de la Cuenca del Salado y, en menor medida, sobre el centro bonaerense. En paralelo, las regiones oeste y sudoeste de la provincia, junto con el norte y sur de La Pampa, evolucionaron de forma favorable, acompañados por una buena oferta hídrica.
La entidad dijo que en la zona de Carmen de Patagones, que por lo general se encuentra afectada por déficit hídrico, "el presente ciclo refleja un excelente estado de los cuadros, gracias a las lluvias que permitieron mantener en buena condición al cultivo".