Cuando uno mira la situación que está atravesando el sector Agroindustrial se siente muy mal. No hay un solo productor, empresario, dirigente, empleado de empresas del sector, y hasta creo que la mayoría de los funcionarios, que no quieran que al sector le vaya bien.
Ahora, la pregunta es siempre la misma: Si tanto hablamos que la Argentina es un país condenado al éxito, que nuestro sector Agroindustrial es el motor de las economías de la gran mayoría de las provincias del país, que la mano de obra que directa o indirectamente está involucrada con el sector es mucha, que los dólares que aporta el Agro son vitales para el país, de lo que podríamos obtener por producciones, nuevos mercados, ventas de carnes, lácteos, granos, alimentos en general, etc.
¿Por qué entonces no dejamos de una vez por todas de hablar en potencial y comenzamos a hablar sobre la realidad y trabajamos para eso? Parecen obvias las respuestas, ¿no?
Pero algo hace que siempre pensemos en lo que puede o podría ser, en lugar de construir en serio para un futuro real, que, sin dudas, es y será enormemente importante por las oportunidades que podremos captar para nuestro país, en materia Agroindustrial y Agroalimentaria.
Para no ser reiterativo voy a nombrar solamente algunos puntos sobre los cuales los principales funcionarios que toman las decisiones deberían concentrarse de aquí a fin del Gobierno actual. Quedan 15 meses de gestión, que deben ser aprovechados. ¿Cuáles son esos puntos? ¡Los de siempre!
I) Eliminación de los derechos de exportación a todas las producciones
II) Apertura de las Exportaciones de granos, carnes y lácteos en forma total
III) Eliminación de los ROEs o cupos a las exportaciones
IV) Políticas públicas para el sector Agroindustrial que garanticen reglas claras, seguridad jurídica, escenarios estables y previsibles. ¿Parece fácil?
Sí lo es. A cualquier funcionario le puedo demostrar que es totalmente posible que destrabando, aplicando o implementando cualquiera de estos 5 puntos, comenzaremos a recorrer un camino virtuoso. Todo el sector reclama alguno o todos estos puntos. Lamentablemente el Gobierno no está en esta línea. Y después de 10 años, ¡seguimos sin entender por qué!
¿Excusas?
Muchas: proteger la mesa de los argentinos, proteger el mercado interno, proteger las economías regionales, proteger la agricultura familiar, favorecer los mercados latinoamericanos, bajar los precios internos de los alimentos, evitar el desabastecimiento de los productos de la canasta familiar, favorecer a las pymes, etc. etc.
Estos son algunas frases que escuchamos durante muchos años. ¿Algo de esto funcionó? ¿Mejoró la vida de los argentinos? ¿Que se hizo para evitar que hoy haya más de 16.000 compatriotas que trabajaban en el negocio de la carne, que están sin trabajo? ¿Qué se hizo para evitar el cierre de más de 300 frigoríficos en 8 años? ¿Qué se hizo para bajar del puesto 4to (2005) al puesto 14 (2014) como país exportador de carne en el mundo?
¿Qué se hizo para perder todos los mercados internacionales que nos piden a gritos alimentos, y que fueron aprovechados por nuestros países vecinos?
¿Qué se hizo en estos años para mejorar las rutas, caminos, trenes, hidrovías, puertos, almacenamiento de granos?
¿Donde están las inversiones que se esperaban?
Estamos en una situación límite en el sector. Las inundaciones de la provincia de Buenos Aires, otra vez castigan. Más del 60% de la provincia está bajo agua.
Los precios internacionales bajaron, y ya no deberíamos ser soja dependiente. La carne sube su precio a nivel mundial y es un bien de lujo que podemos ofrecer al mundo y no lo aprovechamos; ni nosotros comemos la mejor carne, y menos vendemos lo mejor afuera. Tenemos todo para cambiar. Sería muy bueno que en estos 15 meses que le quedan a este Gobierno, se diera una señal de cambio en algún momento. No hay que ponerle frenos innecesarios al sector.
De nada sirve negar los problemas, cuando el diagnóstico es demasiado obvio. Señores funcionarios: Las retenciones no se reemplazan con un fideicomiso. Las retenciones son un impuesto distorsivo a la producción y no deben existir. Es así de simple. Es conceptual. Y así se deben decir y analizar las cosas.
Argentina hoy produce menos de 100 millones de toneladas de granos, y debería producir 130; Argentina exporta apenas 190.000 toneladas de carne, y debería exportar más de 800.000; Argentina puede exportar todo lo que produzca de leche por arriba de los 11.000 millones de litros que produce, y no lo hace.
Argentina podría comenzar un camino de liderazgo regional en producción aviar, porcina. Argentina podría ser líder mundial en forestación y no lo es. Y podemos seguir. Hay que mirar la macro primero (controlar la inflación, dejar de emitir, mirar el dólar) y con diálogo y humildad, reconociendo que hay cosas para cambiar, se arranca. Quedan unos meses. Si hay voluntad, se puede. Ojalá lo intenten. Si no, habremos perdido, 10 años y 15 meses más.