La Argentina está entre los países con más corrupción y menor índice de competitividad, según un informe del Foro Económico Mundial de Davos (WEF, por sus siglas en inglés), que ubica al país en el puesto 104 de un ranking que contempla a 144 países. Además, pone muy malas calificaciones en los indicadores que miden la calidad institucional y transparencia de los países.

En el aspecto institucional, el WEF pone de relieve que "el desvío de fondos públicos, el despilfarro del gasto del gobierno, la confianza pública en los políticos, el favoritismo en las decisiones de gobierno y los pagos irregulares y las coimas" encabezan las principales preocupaciones a la hora de hacer negocios en la Argentina. Y señala que, "después de varios años de caída en el ranking, este año se mantiene estable, aunque en una posición muy baja".

"Una de las principales preocupaciones de la Argentina es construir su capacidad de recuperación económica en un contexto mundial de cambios caracterizado por la caída de los precios de las commodities, que pueden afectar drásticamente la economía", destaca el informe.

En tanto, el Foro Económico remarcó que también "sufre" de una baja calidad institucional. El país aparece en el puesto 139 en la categoría "ética y corrupción"; ocupa el penúltimo lugar en "desvío de fondos públicos" -sólo delante de Venezuela-, y se posiciona 141° en el indicador de "confianza pública en los políticos". Además, ocupa el puesto 127 de "independencia judicial" y en "pagos irregulares y sobornos".

En el capítulo educativo, los empresarios colocaron a la Argentina en el puesto 113 por la calidad del sistema educativo y la enseñanza de ciencias y matemáticas

En cuanto al contexto económico, la inflación se constituye en la principal materia pendiente, mientras que la escasa oferta energética lidera las demandas empresarias en infraestructura. El país ocupa el último lugar por el efecto que tienen los impuestos sobre los incentivos de inversión y los dos últimos puestos debido a las dificultades en "los trámites aduaneros, las barreras comerciales y las trabas para la inversión extranjera directa".

El acceso al financiamiento, la transferencia de tecnología y las trabas a la inversión extranjera directa son otro obstáculo importante.