En los últimos días se abrió un intenso debate en el Gobierno por el freno a las exportaciones de carne y leche.
La semana pasada, mientras el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, se encontraba en Rusia buscando que ese mercado comprara más carne, entre otros productos, el subsecretario de Comercio, Ariel Langer, comunicó a un grupo de exportadores que por 15 días no habría nuevos permisos para embarcar. Langer no sólo dejó mal parado a Casamiquela en Rusia, sino que criticó a Agricultura por fomentar la cuota 481, un nuevo negocio para vender carne producida en feedlot (establecimiento de engorde a corral) a Europa. Paradójicamente, el ministro de Economía, Axel Kicillof, avaló esa cuota en una reciente resolución conjunta con Agricultura.
El freno de Comercio causó malestar en Casamiquela, que se apoyó en el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Ambos funcionarios son partidarios de "sostener un escenario de certidumbre" en las exportaciones, según contó una fuente conocedora de sus gestiones. En este sentido, anteayer Casamiquela y Capitanich se encontraron con el secretario de Comercio, Augusto Costa, su segundo, Ariel Langer, y Mariana González, subsecretaria de Coordinación Económica y Mejora de la Competitividad del Ministerio de Economía.
El ministro de Agricultura y el jefe de Gabinete insistieron allí en que debe haber "un escenario de certidumbre" y ratificar que el Gobierno sostendrá la negociación con Rusia para que se pueda exportar más y que se dejará vender con la nueva cuota a Europa. Los funcionarios quedaron en mantener un nuevo encuentro la próxima semana.
"Por su racionalidad en esto, Casamiquela es Fábrega [por el presidente del Banco Central], pero la suma del poder la tienen en el área de Kicillof", comparó la fuente consultada, trazando un paralelismo con la puja Kicillof-Fábrega por la política monetaria.
Según empresarios, hay permisos de embarque en cuentagotas, al ritmo de lo que deja Comercio.