Durante los cinco primeros meses del año solo escaló la elaboración de los productos más requeridos por los consumidores: la nafta súper y el diesel Premium. A excepción de Refinor, el resto de las refinerías operaron a menor actividad que el mismo período del año anterior, según informó el portal Surtidores.

Las subas en los precios de los combustibles que se llevaron adelante este año repercutieron en la demanda al público, que bajó en mayo 7.4 por ciento respecto al mismo mes del año anterior.

La retracción del consumo no se dio en todos los productos de la misma manera. El mayor impacto se evidenció en la venta de gasoil grado dos, utilizado principalmente por el transporte y la industria, seguido por la nafta Premium y el Euro Diesel, en tanto que la nafta súper fue la única que arrojó un ínfimo saldo positivo.

Según datos de la Secretaría de Energía, la actividad de refinación cayó 3.9 por ciento durante los cinco primeros meses del año en comparación con el mismo período de 2013.

Los únicos productos que escaparon de la contracción fueron la súper (+6 por ciento) y el diesel Ultra (+56 por ciento). El resto operó en baja, especialmente la nafta normal, cuya elaboración exclusiva a cargo de Shell, totalizó los 12 millones de litros.

Entre las empresas, a excepción de Refinor (conformada por Petrobras Energía 28,5, Pluspetrol 21,5, e YPF, 50 por ciento), las demás refinerías operaron a menor actividad que el mismo período del año anterior.

De acuerdo a esta tendencia, difícilmente la producción de naftas en el país alcance el record de 2013 cuando se procesaron 7.610 millones de litros, el volumen más alto de los últimos diez años, lo que llevó a la mayoría de las empresas a trabajar con su capacidad instalada a pleno.

El estancamiento de la actividad también quedó en evidencia en la menor importación de combustibles: las compras del exterior se desplomaron 16 por ciento en mayo respecto al mismo mes de 2013.