China parece dar muestras de un mayor nivel de demanda.

Por la información de la Administración General de Aduanas de China, surge que durante el mes de julio, este país habría adquirido en el exterior cerca de 7,50 millones de toneladas de soja. Se trata de casi un 17% de aumento respecto al mes anterior.

A su vez, el incremento en el volumen de importación de aceites vegetales llegó a casi 23% respecto a junio.

Es interesante comparar sus importaciones de soja respecto a las demás compras de commodities en el exterior. Mientras que prácticamente todas cayeron, las de la oleaginosa crecieron.

Ello mostraría cómo un mercado, como es el de China, tiende a aprovechar las bajas de precios. Tal aprovechamiento vendría de la mano de un aumento de demanda de la oleaginosa para consumo animal y para incrementar sus reservas, en una clara política tendiente a tomar provecho de los tiempos de vacas gordas para pasar los de vacas flacas.

Como contrapartida Norteamérica está de parabienes en cuento al nivel de embarques. Hoy, el nivel de exportaciones de EE.UU. con relación a la campaña 2014/15, resulta un verdadero récord.

De acuerdo a lo informado por el USDA los compromisos ya superarían el volumen de 17 millones de toneladas de soja y algo más de 4 millones de toneladas de harina y demás subproductos. Se puede decir que, para tan temprano momento del ciclo, las cifras resultan inéditas. Obviamente, los compromisos están atados a las perspectivas de una abundante producción.

Mientras tanto, los precios se ven sometidos a la presión de las perspectivas sobre una oferta de enorme dimensión por parte de EE.UU. Los fundamentos de la oferta, como el clima y el área de siembra contribuyen decisivamente a la formación de los precios en baja.

Mañana martes 12 de agosto, saldrá el informe del USDA. Se estima que pronosticará un volumen suficiente para cumplir con los volúmenes de la exportación y molienda programados, además de permitir un gran sobrante.

Pero la realidad es que sólo cuando la cosecha se halle muy avanzada, es decir en octubre próximo, sabremos muy aproximadamente cuál es el número final.

Hasta esos días, se manejarán sólo estimaciones y, por ende, las especulaciones estarán a la orden del día. En tales aguas, los fondos operarán con soltura.

Por el momento se habla de que tanto Brasil como Argentina incrementarían la superficie de siembra. Sin embargo, no es del todo seguro que así sea ya que de persistir las bajas en los valores, muchos lotes -fundamentalmente los más alejados de los puertos- quedarían sin sembrar o utilizados para otros destinos.

Distinto es el caso de la zona núcleo de la Argentina. Como ésta se halla en las cercanías de los puertos up-River, lógicamente sus productores tendrán un mayor incentivo para su siembra. Las encuestas revelarían una baja cercana al 25% en la superficie de maíz de primera y próxima al 15% del tardío respecto al año pasado. Las reducciones serían a favor de mayor área destinada a soja.