Tradicionalmente, la faena de los animales realizada por pequeños productores, implica un acontecimiento familiar muy significativo. Se compartía el proceso en la elaboración de los alimentos que comenzaba desde la cría del animal, su faena, hasta su cocción directa o la producción de embutidos. -
A pesar del crecimiento y la industrialización de la cadena agroalimentaria, la pequeña producción local continúa siendo un sector importante en la Argentina.
Uno de los problemas sanitarios y comerciales principales que afrontan los pequeños productores de las denominadas especies menores como cabritos, corderos o lechones en nuestro país es la imposibilidad de contar con mataderos cercanos debidamente habilitados que les permitan faenar su producción en condiciones sanitarias adecuadas.
A ello se agrega que la diversificación geográfica de este tipo de productores y el escaso volumen por explotación, dificultan el envío de sus animales a un matadero habilitado o incluso la instalación de mataderos o frigoríficos que permitan resolver la situación.
En el marco del apoyo que brinda el Estado Nacional al desarrollo de los productores pequeños y a la producción de agroalimentos inocuos para la población, desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación se consideró la problemática indicada impulsando mataderos móviles a punto fijo para abastecimiento local, que preste sus servicios de faena en distintas zonas.
Entre diciembre de 2013 y mayo de 2014 la Sala de faena móvil instalada en Villaguay, Entre Ríos, faenó más de 1400 animales entre porcinos, ovinos y lechones. Por su parte, las gobernaciones de Chaco, Formosa, Catamarca y La Rioja ya solicitaron la provisión de una sala de este tipo a través de convenios firmados en el marco del Programa de Desarrollo de Economías Regionales.
La iniciativa, surgida en la Secretaría de Desarrollo Rural, con el asesoramiento del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), encuentra antecedentes similares en países como Suecia, Noruega, Estados Unidos e Italia.
"La creación de esta nueva categoría de frigoríficos asegura mejores condiciones higiénico-sanitarias, responde a las demandas de algunas regiones que, por lejanía a los centros de distribución, no tenían acceso a la proteína animal en forma fluida y a un costo accesible y está acorde con los lineamientos estratégicos que nos ha dado el ministro Carlos Casamiquela", explica Luis Carné, vicepresidente del Senasa.
Este sistema, además, es un estímulo para el desarrollo de las capacidades a nivel municipal, la asociación y organización de los pequeños productores y a la vez, disminuye el estrés del animal, al evitar su traslado a grandes distancias, lo que repercute en la obtención de un producto de mejor calidad.
El módulo cuenta con una cámara de frío para que los productores puedan acopiar e identificar cada ejemplar con su sello característico para poder después comercializarlos de manera conjunta o individualmente con la garantía de contar con productos aptos para la venta y consumo.