Por lo cambiante se podría decir que cada edición de Palermo tiene un humor que lo caracteriza. Y la paleta de los estados anímicos que fueron protagonizando esta muestra es tan amplia que contiene desde la euforia del 2005 o la crispación del 2008 a la incertidumbre que dominó el año pasado.
De las charlas en los stands, en los cocteles de entrega de premios de las Asociaciones o almuerzos en el restaurante central surge que en esta edición lo que prevalece es un sentimiento de resistencia parecido al que experimenta un maratonista que se encuentra exhausto en el kilómetro 34 pero con voluntad de correr los 8 kilómetros que le faltan hasta la meta.
El 2015 y el cambio de gobierno funciona para muchos productores y empresarios del agro como bandera a cuadros por lo que están dispuestos a resistir desde el incremento de la presión impositiva y sus costos de producción hasta la caída de precios.
El optimismo se basa en la evidencia que el tren seguirá pasando y la oportunidad que brinda el mundo a los provedores de alimentos como Argentina seguirá por unos cuantos años más. Y además porque los partidos políticos de la oposición se están mostrando como un aliado del campo.
Pero en esto de ponerse el casco y resistir lo que prevalece es una actitud empresaria muy defensiva que tiene a la inversión como el principal damnificado. "No se mueve nada, las agronomías y veterinarias de los pueblos están prácticamente paradas", afirmaba un distribuidor de insumos, asiduo concurrente a la semana de Palermo.
Los fabricantes de maquinaria agrícola, con grandes ausencias en esta edición de Palermo, tuvieron caídas de hasta el 40% en el primer cuatrimestre del año con respecto al año pasado.
Nadie desconoce que el freno a la inversión pone en juego la competitividad. "No importa, lo que cuenta es resistir y llegar al 2015 con la menor descapitalización posible", reflexiona esta versión de empresarios resistentes.
Pero el desafío para capear la tormenta necesitará de habilidades empresarias más allá de la voluntad. Resolver interrogantes como:
En el caso de los agricultores resolver una ecuación con la soja por debajo de los 280 dólares y con un año con mucha agua en los campos y pronóstico de año Niño con abundantes precipitaciones.
En el resto de las actividades lo que contará será administrar los margenes cada vez más pequeños amenazados por la suba de costos de producción. En esto la presión impositiva juega como un factor de desaliento y generador de incertidumbre. Según los tributaristas, el Estado ya se lleva el 74% de la renta agropecuaria.
Y entre las preocupaciones de estos empresarios con voluntad de resistencia esta sin dudas la incertidumbre que genera la macroeconomía en caso de caer en un nuevo default por el entuerto del canje de la deuda con los fondos buitres.
Previsibilidad: el mejor plan ganadero
Por Adriana Ulke
La situación de la ganadería es complicada porque si bien en este último tiempo ha subido el precio, los costos de la producción son mayores que la inflación. Lo mismo pasa con la alta presión impositiva, que va desangrando al sector productivo.
Reglas claras para producir
Por Marcos Greco
Pertenezco a la Cabaña La Blanquita, propiedad de la familia, de 9 de Julio, provincia de Buenos Aires. Lo que siempre se necesita como en otras actividades son reglas claras. Si a mi, hoy, producir un kilo de cerdo me cuesta tres kilos de maíz, que mañana me valga lo mismo, ni el doble ni el triple. Y la realidad es muy cambiante. Además, cuando el cerdo comienza a tomar vuelo, se importa de Brasil, el precio cae y eso mata a los productores locales que comienzan a críar menos; entonces el precio vuelve a subir y se repite el ciclo.
Los que siempre produjeron cerdos están acostumbrados a los altibajos que tiene el sector: épocas buenas desde junio-julio hasta diciembre, cuando el lechón tiene mejor precio por las fiestas de fin de año, y épocas malas entre enero y junio debido a que los insumos aumentan ya sea cereal o el núcleo vitamínico que se trae de afuera.
Lo que hay que tener es cintura para poder gambetear los malos momentos, Aprovechar cuando el cerdo vale y cuando no vale tanto, tomar los recaudos necearios para no quedar mal parados.
En estos momentos los precios del porcino están bajos pero con visión de que mejoren.
Agricultores con riesgos de quebranto
Por Gonzalo Villegas
Estamos empezando una campaña con mucho temor. Nunca nos vimos en una situación con una tasa arriba del 30%, campos saturados de agua y con baja de precios internacionales donde los rindes de indiferencia en campos alquilados y propios están por encima de los rendimientos promedio de los últimos cinco a seis años. Estamos en una situación de quebranto. Antes te salvaba la soja, pero debajo de 280/290 dólares te deja en una situación de quebranto también en este cultivo. Si llega a ser un año Niño se va sembrar todo tarde. En mi zona ya se sembró 70% menos del trigo que queríamos hacer, por exceso de agua. Los costos están muy por encima de lo que podemos obtener en rindes. Hoy no se mueve nada. No se compran semillas, agroquímicos y las agronomías están paradas porque el productor está con miedo a invertir. En este contexto, la presión impositiva, en especial los derechos de exportación, es confiscatoria. Somos optimistas porque el mundo demanda alimentos y un próximo gobierno nos da expectativas de baja de retenciones y rentabilidad. Soy optimista para 2016. En el corto plazo hay que flotar, ser muy cautos. En este año no veo ganadores.
Maquinaria con menos rentabilidad
Por Egar Lambertini
El sector tuvo una caída de ventas importante, no menor al 30% en los primeros meses de 2014 versus igual lapso del año pasado. En nuestro caso, hoy estamos en un 15 a 20%. Las inundaciones influyeron y el productor demoró su decisión de inversión. Tendrá sus razones a la hora de defender su patrimonio y está reteniendo ventas. Todo eso atrasa la inversión. El productor ganadero está en la misma situación que el agrícola. A pesar que la carne posee buen precio, tiene un impacto importante de los costos. Por nuestra parte, los costos industriales son muy superiores a la recuperación del valor de la maquinaria. Como consecuencia de menos facturación y que no podemos actualizar los precios al ritmo de los costos tenemos una caída del 20 al 30% de la rentabilidad. En la medida que se pueda mantener el financiamiento, sea vía Banco Nación con tasas con subsidios, u bancos privados, eso ayuda. Pero estamos con cautela. Hay cosas que no dependen de nosotros, como los precios internacionales y problemas como los llamados fondos buitres, el tema inflacionario, el tipo de cambio. En este sector, si ganamos, ganamos todos, y si perdemos, perdemos todos.
Los tamberos, en una hora muy difícil
Por Teodoro Mulder
Soy un pequeño tambero que vivo en Coronel Brandsen y alquilo un campo sobre la ruta 2 en La Plata. Produzco unos 3000 litros por día, con 120 vacas. En mi opinión la lechería no está bien y trataremos de soportar hasta 2016 y ver la política que viene, porque con la actual no hay que hacerse ilusiones.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, nos reprochó que habíamos tenido un 30 por ciento de aumento de la leche en el último tiempo. Pero tuvimos más de un 40 por ciento de suba en los insumos. Casi no hay margen.
Reclamamos un mínimo 3,40 pesos el litro de leche para poder hacer algunas reservas. Las vacas no pueden ir al verdeo porque los campos están inundados.
En tambos chicos como el mío la situación se pone muy difícil. Y a los tamberos grandes tampoco les va bien porque los costos son mucho mayores.
La mayoría está endeudado con créditos bancarios; hoy pensar en inversiones es imposible; la producción cayó entre un 12 y 15 por ciento por las inundaciones y en los últimos diez años cerraron 6000 tambos. Dos meses atrás casi todos los fines de semana había algún remate de tambo.
Aprovechar el valor de la carne argentina
Por Teodoro Mulder
Es un momento para cuidar lo que se ha logrado, sobre todo en materia de genética de los rodeos. Hay que aguantar al menos un año y medio porque estamos atravesando un período de precios distorsionados por la inflación. También hay que cuidar el capital corriente de las empresas. Han pasado muchos años en los que la ganadería tuvo que ser subsidiada por la agricultura debido a los mejores precios relativos que tuvieron los granos a nivel internacional.
Como es muy probable que en poco tiempo cambien las condiciones económicas y políticas para la ganadería, este es un muy buen momento para invertir en la actividad, debido a que los frutos se ven en dos o tres años.
Estamos atentos a quien entra y sale del negocio, sobre todo de los inversores por fuera del sector, que en los momentos de auge se interesan por apostar a un sector dinámico
El futuro de la actividad es fabuloso porque la demanda de carne vacuna a nivel mundial sigue siendo elevada. Los mercados externos reconocen todavía la calidad que le ofrece la ganadería argentina y ese es un valor que hay que reconocer.
Engordadores con relaciones favorables
Por Jose Luis Triviño
El negocio del feedlot, cerró un primer semestre interesante gracias a una buena relación en la compra venta de invernada / gordo. Hace más de tres años que la actividad no tenía márgenes positivos que justificasen la inversión. Ya en julio, el recalentamiento de la invernada hace que los pronósticos para un nuevo ciclo no sean tan optimistas. El maíz presenta bajas pero en contraposición se espera una merma en las eficiencias productivas de no menos del 20 % debido a las lluvias de estos meses. Los costos de estructura son los que vienen creciendo y preocupando. No solo el personal, sino el gasoil y mantenimiento de maquinarias.
Las expectativas, para lo que resta del año son cautas. Los altos niveles de encierre de este semestre, sumado a un maíz que ha bajado su cotización, que induce a encierres caseros, hacen preveer una segunda parte del año con importantes ofertas de carne que podrían generar el estancamiento del precio y por ende de rentabilidad.
Actualmente en el negocio de ganados y carnes no existen claros ganadores y perdedores. Sólo por unos meses algún eslabón comercial puede llegar hacer una diferencia puntual.
Contratistas bajo una fuerte presión
Por Patricio Aguirre
El año pasado disminuyó 6% la superficie destinada a reservas y este año aumentó un 21%. Lo destinado para carne, pasó del 47% al 58% de la superficie. En cuanto a los precios nosotros pudimos implementar un leve aumento pero en general no se pudieron trasladar. Tengamos en cuenta que nuestro insumo principal es el combustible y que el 99% de las picadoras son importadas.
En nuestra empresa Duckas estamos invirtiendo en tecnología. Queremos hacer una devolución profesional al dejar el campo: un análisis del producto y un resumen de las condiciones en las que fue realizado el trabajo.
Las expectativas para el futuro son buenas aunque sería cauto en cuanto al aumento de superficies a futuro, si bien el que probó la herramienta de la reserva de calidad no creo que salga del sistema.
De la renta del negocio nos preocupa la gran presión tributaria, la poca financiación para los insumos, el gran aumento de costos hasta de cosas que antes no eran importantes como los seguros, patentes, cargas sociales y la alimentación del operario.Todo suma. Y por otro lado, esta el productor que necesita financiación con mayores plazos.
Los ovejeros sufren el tipo de cambio
Por Carlos Vila Moret
El sector en general está amesetado , porque como toda economía regional depende de un tipo de cambio competitivo. Con una inflación arriba del 30% anual, los costos aumentan y si bien los valores internacionales no son malos un tipo de cambio atrasado nos saca del mercado.
En cuanto a mis expectativas, creo el futuro esta en la carne más que en la lana, que en el comercio mundial de fibras textiles participa en apenas el 1%. Con la carne, si bien en la Argentina el consumo anual por habitante esta en 1,5 kg, el crecimiento de la población mundial va a demandar mas alimentos y la carne ovina tendrá una oportunidad en la oferta de proteínas cárnicas.
Por último creo que los ganadores de la actividad van a ser los productores que sepan interpretar las señales del mercado. Como que a veces buscamos reproductores de gran tamaño y terminamos subiendo los requerimientos nutritivos de la majada mientras el mercado nos pide un cordero bien terminado que no pasa por el tamaño sino por buscar precocidad y conversión alimenticia. La mejor oveja del mundo es la que comiendo menos nos de un cordero por año.