¿Cómo está el eslabón del campo?
La pampa agrícola prácticamente necesita nadadores más que tractores.
La zona núcleo tiene graves problemas de piso para trabajar y, en algunos lotes ya sembrados con granos finos, la emergencia de los cultivos está pasando las de Caín.
Es muy gráfico el mapa publicado por la BCR.
Agua útil para el trigo al día 24/07. Según BCR
En medio de este cuadro climático, se yergue el económico que impone mayor incertidumbre aún,
La posibilidad de ingresar en default es un escenario de temor que conlleva a la paralización de las decisiones pues es grande la expectativa de una depreciación de nuestra moneda.
En consecuencia, los plazos de pago se acortan a mínimos impensables hace uno o dos meses atrás.
Al mismo tiempo que los productores han detenido las adquisiciones de insumos elementales, las lluvias han generado la postergación de decisiones sobre la campaña recién comenzada.
Las firmas en arrendamientos accidentales para agricultura se demoran, sobre todo en las zonas que están más allá del área núcleo. Esta última región, no se han presentado cambios sustanciales respecto a la campaña anterior.
Los contratos en lotes bajos, con amenaza de problemas de escurrimiento son una excepción, pues los arrendatarios han tratado de cerrar contratos mediante aparcería o con pagos más reducidos, como por ejemplo 2 quintales por hectárea menos en comparación con el año anterior.
Pero en el resto del país, la cosa es muy diferente.
Acá se está dando una suerte de revolución contractual, donde la aparcería es la protagonista.
Además, la resistencia por parte de los contratistas/aparceros a salir del esquema de soja es muy elevada.
Nos encaminamos a otro año donde la soja crece en desmedro de los cereales. Quienes pagan el pato son la tierra y el mediano plazo. En suma el país.
De esta forma, además de operar en contra de la lógica agronómica, actuamos en contra de la lógica comercial pues contribuiremos con nuestro aporte de soja a una baja en sus valores internacionales.