La presidenta Cristina Kirchner cree haber encontrado un fuerte polo de apoyo internacional para avanzar en el último tramo de la negociación con los fondos buitre: el objetivo es evitar el default en una última gestión desde una posición de fuerza o, en caso de un escenario de cesación de pagos, construir un respaldo que aísle a los fondos NML Capital y Aurelius y al gobierno de los Estados Unidos.
"La prioridad es evitar un default", señaló a LA NACION un alto funcionario del Gobierno. "Pero si hay default, que haya control de daños y que no sea por culpa del Gobierno sino de ellos [por los buitres]", agregó.
La estrategia es lograr una acumulación de respaldo internacional para forzar una negociación exitosa en esta semana, antes del 30 de julio, cuando vencerá el plazo de gracia para pagarles la deuda a los bonistas de los canjes de 2005 y 2010. En rigor, la Argentina giró ese pago a los bancos intermediarios, pero la justicia norteamericana lo inmovilizó y exige que antes se cumpla con el pago a los fondos buitre. En esta pelea, hoy comienza una semana clave para la Casa Rosada y para el ministro de Economía, Axel Kicillof.
El juez federal de Nueva York Thomas Griesa citó para mañana a los bancos intermediarios, que suelen girar los fondos de la Argentina a los bonistas, para definir el destino de esos recursos.
El Gobierno había depositado el 30 de junio en el Banco de Nueva York y otras entidades, pero Griesa ordenó no pagarles a esos acreedores hasta que la Argentina no cumpla el fallo que le ordena cancelar 1330 millones de dólares a NML Capital y a Aurelius.
Si los bonistas no cobran el próximo 30, la Argentina caerá en default. Por eso, la Presidenta denunció en Brasilia ante el grupo Brics y la Unasur que "la Argentina paga, pero no la dejan" y que ello forma parte de una operación para "hacer caer la reestructuración de 2005 y 2010". Advirtió que si los bonistas no reciben su dinero "que se hagan responsables los que lo imposibilitan". Es decir, el Gobierno no se hará responsable.
Luego de ese discurso, en la Casa Rosada existía la sensación de que el grupo Brics y la Unasur habían sumado su apoyo a otros bloques internacionales: el G-77 más China; la OEA, y los gobiernos de Italia y de Francia, entre otros. "Hay que construir un escenario internacional. Este consenso servirá o bien para negociar y no caer en default, desde una posición de fuerza, o bien para, en caso de caer en default, el peor escenario, explicar que un grupo minoritario y aislado -con los Estados Unidos y los fondos buitre- pone en riesgo a todo el sistema financiero internacional", confió un funcionario allegado a la mandataria.
La prioridad
"Pero la prioridad es evitar el default", agregó. El objetivo del Gobierno es que Griesa reponga el "stay", o medida cautelar, para sus pender el fallo que lo obliga a pagar los 1330 millones hasta por lo menos diciembre.
Ese mes vence la cláusula RUFO, que habilitaría a los bonistas a reclamar una mejora en el pago de sus bonos si la Argentina les paga el 100% del valor de los bonos defaulteados a otros acreedores. Por lo tanto, el objetivo del Gobierno es lograr la suspensión del fallo para negociar luego una propuesta de pago a los buitres, en efectivo y en bonos.
Pero éstos quieren escuchar primero la propuesta y luego aceptar o no un stay. ¿Cuál es la propuesta? "Hay una batería de herramientas: pago inicial, bonos, etc., pero están bajo siete llaves", señalan varios funcionarios de Balcarce 50.
La Presidenta invitó también en Brasilia a los fondos buitre a entrar en el canje, es decir, aceptar la misma quita del 65% que los bonistas de la reestructuración de 2005 y 2010. Pero ellos no lo aceptan: tienen un fallo firme de Griesa que los habilita a cobrar el 100%. El Gobierno, de ese modo, tensará la cuerda hasta el final para conseguir una mejor negociación: la idea es evitar el default o asumirlo con una buena justificación ante el mundo que "debilite" a su contraparte. "Hay que aislar a Estados Unidos y a los buitres." Ésa es la premisa.
Rossi criticó a los "agitadores" del default
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, apuntó ayer contra quienes "agitan" el fantasma del default y afirmó que ésa no es la situación de la Argentina, porque el país cumplió en "tiempo y forma" con el pago del vencimiento de deuda reestructurada que operó el 30 de junio, pero "en una acción inédita" el juez neoyorquino Thomas Griesa lo trabó.
"Hay que dejar en claro que la Argentina ya pagó, por esto que se agita en algunos lugares sobre el tema del default. El default es una acción voluntaria de un país. Un país deja de pagar. No es el caso de la Argentina", dijo.