Hay días que uno se acuerda más que otros. Las razones son diversas. Yo recuerdo el pasado jueves 26 de junio. Un amigo y colega galo me comparte una figura particularmente interesante. Recuerdo que me dijo: “algunos la encuentran invalidada, pero creo que es bastante sólida, aunque sea un poco barroca”.
Aquí no hay ciencia cierta al respecto, para nada, aunque recuerdo haberle dicho que el chart lucía bien: la curva recae conforme por debajo de la línea del cuello entre la cabeza y los hombros y precede de un rebote más bajo que la línea del cuello, fijado en principio en los 1206 puntos.
El análisis técnico de Alexandre estuvo acertado: al 26/06 el objetivo era los 11.35$/bu, ¿y luego?, en realidad ya parecía demasiado, al menos para la presión arterial.
La figurita cerró redonda, cerrando noviembre tras el informe del USDA por debajo de los 1088 puntos.
Aquí no hay magia ni ciencia ficción. Nada quizás se hubiera dado de los que platicábamos el jueves 26 de junio. El mercado es muy peligroso, por su carácter de por si incierto.
Lo importante es anticipar permanentemente lo que se supone que viene. Pero para suponer se necesita tener una convicción. Los diferentes análisis, que ya sean fundamentales, técnicos, relativos etc. permiten construirse dicha convicción, que varía a la imagen de la variación de los mismos.
Pero no basta con la convicción.
Una vez que se arribó a la misma, se debe imperiosamente llevar a cabo estrategias de cobertura que permitan cristalizar los resultados de dicha convicción.
Prever precios no es posible. Anticipar márgenes, sí lo es.