Tras la licencia médica por un cuadro de laringofaringitis que la obliga a guardar un reposo, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, decidió que el orador en los actos por el 198 aniversario de la Independencia en Tucumán sea el vicepresidente Amado Boudou, recientemente procesado por el juez Lijo.

A pesar de que el gobernador tucumano, José Alperovich había anunciado que el reemplazante de la mandataria sería Gerardo Zamora, presidente provisional del Senado, horas más tarde llegó la contraorden y quien llegaría al aeropuerto provincial sería Bodou.

Alperovich lo recibió y desde allí se trasladaron a la Casa Histórica de Tucumán y luego el epicentro del acto fue el teatro Mercedes Sosa, frente a la Plaza Independencia.

De acuerdo a lo informado por la agencia de noticias estatal, Télam, Boudou destacó el rol que tomó el Estado, con el liderazgo de la presidenta Cristina Fernández, para poner en marcha la transformación del país, "basada en la independencia económica, que en estos últimos tiempos tomó la forma de una negociación dura, justa,  quitativa y legal con los acreedores de la deuda pública".

"Esta Presidenta va a seguir trabajando todos los días por una Patria libre, justa y soberana, que rompe con el colonialismo económico, negociando con fuerza y voluntad", dijo Boudou al encabezar el acto central en conmemoración de los 198 años de la independencia argentina en la provincia de Tucumán.

En este marco, Boudou destacó el "liderazgo de la Presidenta en momentos díficiles" como los que transita el país debido a la presión de los fondos buitre, y subrayó que "el colonialismo no tiene solo forma política", sino que también tiene "formas económicas que aún hoy subsisten en el mundo moderno".

El vicepresidente destacó en este marco "el rol del Estado", a través de sus políticas públicas, como clave para entender "la transformación del país", y destacó la "negociación dura, justa, equitativa y legal con los acreedores" que expresa voluntad de pago pero pone por encima del sistema financiero a la gente.

Agregó que "en otros gobiernos, en otras épocas, los ministros de los gobiernos iban a Washington a sacarse fotos en la alfombra roja", y resaltó que "hoy van a plantear las necesidades del país, y también su voluntad de pago".

Boudou remarcó que lo que consiguió argentina en la negociación con el 93 por ciento de los acreedores de deuda pública "no es casualidad, no es cuestión de técnicos, sino de decisión y voluntad politica de Néstor y de Cristina, y todo su equipo".

"En un mundo de economías concentradas, donde las decisiones se toman en muchos países poniendo por encima del pueblo al sistema financiero, desde aquí les decimos al mundo que tenemos una Presidenta que toma decisiones con y para el pueblo, y a las corporaciones que no es el tiempo de ellos sino de la inclusión social", dijo Boudou.

En otro tramo de su discurso, Boudou recordó al ex presidente Juan Domingo Perón que en 1946 inició la otra independencia argentina al plantear "Patria si, colonia no", y expresar "con toda claridad que para terminar con la colonia hay que terminar con la deuda externa".

Finalmente, Boudou mencionó como uno de los resabios del colonialismo, a 198 años de la Declaración de la Indepencia, la presencia británica en las Islas Malvinas, y dijo que "es una vergüenza" y que Argentina va a seguir reclamando "con la verdad, el derecho y la historia".

Acompañaron al vicepresidente, el jefe de ministros, Jorge Capitanich, la casi totalidad del gabinete nacional, el gobernador de Tucumán, José Alperovich; el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez; y el presidente provisional del Senado, Gerardo Zamora, entre otras autoridades nacionales y provinciales.

Los actos centrales comenzaron con una visita de Boudou y la comitiva a la Casa Histórica, conocida como la Casa de Tucumán, donde se rindió homenaje a los próceres del 9 de julio de 1816.

 

El cruce “helado” de Bodou con Randazzo

Representantes del gabinete nacional siguieron casi con indiferencia el discurso que, por el Día de la Independencia, pronunció el vicepresidente, procesado por corrupción en el caso Ciccone. Según informó el diario Perfil, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, fue quien exhibió con más claridad su incomodidad ante la presencia de Boudou en ese acto, al recibir con actitud tensa el saludo del vicepresidente al final de su alocución. En dicho cruce, hubo sonrisas incómodas y algo que le murmuró Boudou al oído.

Este jueves 10/7, en su habitual rueda de prensa en Casa de Gobierno, el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, evitó precisiones al respecto: "No soy ni clarividente ni psicólogo ni psiquiatra para percibir actitudes en las personas". Y agregó: "Me excede en la capacidad de interpretación".