El ministro de Economía, Axel Kicillof, afirmó ayer que le envió una nota al periódico inglés Financial Times en respuesta a una columna de Jay Newman, representante del fondo buitre Elliott, publicada ayer. El jefe de Hacienda pidió que su texto, que lleva el título "los fondos buitre no son víctimas, son sólo extorsionadores", sea publicado en el marco del ejercicio del derecho a réplica.
La presidenta Cristina Kirchner también difundió el mensaje a través de su cuenta de Twitter.
"Es una paradoja que un fondo buitre como Elliott intente limpiar su reputación arrogándose la representación de los jubilados y tenedores de bonos traicionados. La única verdad es que NML Capital Elliott, que ubicó su base en las islas Caimán para evitar el pago de impuestos en EE.UU., a diferencia de la gente que pretende representar, compró bonos argentinos en 2008 y de inmediato demandó a la Argentina. Estos bonos, en cesación de pagos desde 2001, fueron adquiridos con el único fin de obtener una sentencia favorable para hacer una ganancia exorbitante", explicó Kicillof.
El funcionario acusó a Newman de retratar "a la Argentina como un país que no negocia. Esto es rotundamente falso. Tras largas negociaciones, la Argentina ofreció dos canjes de deuda, en 2005 y 2010, que fueron voluntariamente aceptados por el 92,4% de los tenedores de bonos del país".
Kicillof sostuvo que "los fondos buitre nunca negociaron. Ellos nunca prestaron dinero a la Argentina. NML compró bonos a un valor cercano a los 50 millones de dólares. La orden del juez Griesa permitiría a NML cobrar más de 800 millones de dólares, asegurándose un rendimiento del 1600% en sólo seis años. Si en lugar de litigar NML hubiera aceptado los canjes de deuda ofrecidos por la Argentina habría triplicado o incluso cuadruplicado su inversión. Pero quieren más que un beneficio del 300%, ya que no son los prestamistas de buena fe a los países emergentes. Son lo que son: buitres judiciales y financieros".
Más adelante, el ministro volvió sobre algunas de las ideas que más repitió en los últimos días. Entre ellas, que el país dejó en claro su voluntad y capacidad para negociar desde 2003 en múltiples ocasiones.
También criticó la sentencia "sorprendente e injusta del sistema judicial de Estados Unidos", en referencia a la decisión del juez Thomas Griesa. Y recordó que se reunió anteayer con Daniel Pollack, el special master designado por el magistrado, como un ejemplo más de la decisión argentina de avanzar en una negociación.
"La Argentina solicitó que el juez Griesa restablezca la suspensión de la sentencia. Sin embargo, los fondos buitre se opusieron a la petición. Esto muestra su verdadera cara: no quieren negociar; de ese modo creen que pueden obtener el total de su reclamo o forzar a Argentina al default. Pero esto no sucederá: la Argentina defenderá su exitoso proceso de reestructuración de la deuda mediante el pago a sus tenedores de bonos. ¿Qué tipo de negociación equitativa que involucra cientos de miles de millones de dólares puede llevarse a cabo en tres semanas?", se preguntó de manera retórica el ministro.
Por su parte, los fondos buitre y el Gobierno protagonizaron ayer una guerra de solicitadas en los principales diarios de Estados Unidos. The Washington Post tuvo tres páginas de avisos: dos del gobierno argentino y una de la American Task Force Argentina (ATFA), principal grupo de presión a favor de los demandantes.
La solicitada del Gobierno, que se repitió en otros medios, básicamente "deslinda" responsabilidades por la imposibilidad de cobro de los bonistas que ingresaron a los canjes, al asegurar que hizo el depósito del caso.