Mark Lynas es un ecologista que en los últimos años fue cambiando su mirada respecto al uso de la biotecnología. En el Congreso Maizar 2014 “El Desafío: Mejorar la Comunicación” que se realiza este miércoles en el Hotel Four Seasons, expuso su caso.
“En mis épocas de ambientalista estaba en contra de los transgénicos; creía efectivamente que constituían una amenaza al medio ambiente”, contó Lynas durante el comienzo de su exposición.
“Empecé a cambiar de idea en 2009, pero en 2013 decidí aceptarlo públicamente; varios años después de mis inicios en el activismo ambiental comencé a ver evidencias científicas que demostraban los transgénicos no producen daño alguno”, señaló el ecologista de 41 años.
“Yo no soy un científico capacitado; necesité estar muy informado. No había leído ningún trabajo científico sobre biotecnología y hoy ya tengo algunos libros escritos; la ciencia es muy clara, el mejoramiento de los cultivos es seguro”, agregó.
Lynas contó además que “hace algunos años vi que hubo hambrunas en Sambia y el gobierno de ese país hacia lobby ambiental, se negaba a aceptar ayudas de alimentos transgénicos mientras la gente se moría de hambre en las calles”.
“La visión que tienen es que los cultivos matan a nuestros niños; los productores en Tanzania, por ejemplo, se negaron a producir maíz creyendo que los chicos iban a salir homosexuales, cosa que en África es un pecado”, afirmó.
“También dicen que los transgénicos son cancerígenos: las imágenes de los ratones con tumores que usan son falsas; lo hacen con el photoshop”, dijo Lynas, y agregó que “los activistas explotan los temores de las personas analfabetas”.
“Mi cambio fue motivado por tener una mirada más optimista del futuro porque es en definitiva lo que nuestros niños merecen. Hay muchas opciones para que las prácticas agrícolas sean más sustentables”, afirmó el ecologista.
“Hay ONGs que lo único que hacen es campañas anti/transgénicas pero que nunca revelan las fuentes de su financiación; yo siempre me he hecho la misma pregunta: ¿cómo se financian?”, concluyó Lynas.