Y exponen una verdad silenciosa: para él, para sus abogados y para el Gobierno, su procesamiento es ya un hecho. Por eso ya no piensan en cómo lidiar con el juez Ariel Lijo. Apuntan ya a una vía de escape en la Cámara Federal o, incluso, en un juicio oral.
El primer escrito que presentóel martes Boudou fue el más personal y político de los dos. Apuntó al corto plazo con el objetivo declarado de adelantar la indagatoria para así reducir su desgaste público -medido en tapas de los diarios-, incluso con la ilusión de que el Mundial de fútbol ayude a eclipsarlo.
En este primer escrito, influyó la visión de la presidentaCristina Fernández de Kirchner , con afirmaciones sobre el juez. Los abogados de Boudou, Diego Pirota y Darío Richarte, consideraron tan impropios esos dardos que se negaron a estampar sus firmas.
No fue el único momento de tensión entre Boudou y los abogados que le impuso el Gobierno. Quince días atrás, luego de que la Cámara de Casación rechazó su último recurso, Pirota quiso apelar ante la Corte, pero Boudou le ordenó desistir.
Es una relación desgastada, que por momentos registra situaciones propias de un "doble comando". En parte, porque el vicepresidente cree que el estudio jurídico no juega a fondo. En parte, también, porque Boudou confía más en otro abogado de su íntima confianza, Eduardo Durañona, que primero se abocó al "caso Ciccone" cuando estalló el escándalo, pero al que desde la Casa Rosada corrieron a un costado ante la falta de resultados tras las primeras seis semanas.
En ese lapso, Durañona dejó dos grandes recuerdos en Comodoro Py. El primero, que su fuerte no era el derecho penal. El segundo, que ofreció la cabeza del socio comercial de Boudou, José María Núñez Carmona, a cambio de sacar de la causa al vicepresidente. Su oferta no prosperó, pero Durañona mantuvo intacta su relación con Boudou, al punto de que a veces escolta a Pirota en algunas visitas al juzgado.
Anoche, Boudou expuso atisbos de la relación que mantiene con Pirota y Richarte. "Los que pidieron la nulidad son los abogados, yo estoy para ir a declarar lo más rápido posible. Si el juez dice que vaya mañana, voy a estar ahí", afirmó por radio.
Boudou también sostuvo que no había "ninguna contradicción" entre ambos escritos. "Por el carril institucional y personal, yo estoy para ir a declarar esta noche, mañana, pasado, sábado, domingo, lunes o martes", sostuvo, mientras que "los abogados tienen que cumplir con su tarea, y eso va por el carril profesional". El segundo escrito refleja ese carril. Se presentó ayer y sí incluyó la firma de Pirota, al que Boudou le pagó sus honorarios a través de las sociedades comerciales que tiene declaradas.
En ese escrito, pidieron la nulidad del llamado a indagatoria porque se basó en los testimonios de dos personas que en esa misma resolución se las convocaba a indagatoria, y porque incluía afirmaciones dogmáticas sobre, por ejemplo, el supuesto vínculo entre Boudou y Vandenbroele. El vicepresidente insistió anoche en que no lo conoce; Lijo en su resolución dio por confirmado que sí se conocen.
A diferencia del anterior, el segundo escrito apunta al mediano y largo plazo. Pirota y Richarte descuentan que Lijo rechazará el planteo de nulidad, que indagará a Boudou y que lo procesará. Pero de rechazar el planteo defensivo, el juez les dejará abierto el camino para llegar otra vez a la Cámara Federal y que sea ésta la que nulifique la citación, la indagatoria y el procesamiento. Y si no es la Cámara, que quede abierta, en última instancia, la vía para la discusión en un juicio oral.
Richarte y Pirota ya recorrieron antes ese camino. Lo hicieron con el que fue el jefe de la SIDE en el gobierno de la Alianza, Fernando de Santibañes, en el juicio por las "coimas en el Senado". Durante años plantearon nulidades que rechazaron jueces y camaristas, pero que fructificaron en la instancia oral.